Resumen en español
Este capítulo aborda la relación entre la sociología y las Ciencias Sociales de No Equilibrio (NESS). La sociología es una disciplina multiparadigmática con importantes desacuerdos en cuanto a sus objetivos y su estatus como disciplina científica. Diferentes teorías y métodos coexisten temporal y geográficamente. Sin embargo, siempre ha tenido como objetivo identificar los principales factores que explican la estabilidad temporal de las normas, las instituciones y las prácticas de los individuos; así como la dinámica del cambio institucional y los conflictos provocados por las relaciones de poder, la desigualdad económica y cultural y la lucha de clases. Los sociólogos consideraban que el equilibrio no podía explicar suficientemente la dinámica constitutiva, mantenedora y disolvente de la sociedad en su conjunto. Al apartarse del aparato formal para el estudio del equilibrio, las NESS no suponen un cambio importante con respecto a la teoría sociológica tradicional. Las características complejas se han articulado desde hace mucho tiempo en la teorización sociológica, y la sociología adopta los principios de complejidad de NESS a través de su creciente atención a los sistemas adaptativos complejos y las ciencias del no equilibrio, en las que las sociedades humanas se consideran sistemas altamente complejos, dependientes de la trayectoria, alejados del equilibrio y autoorganizados.
En particular, la modelización basada en agentes ofrece una inclusión más coherente de los principios NESS y de complejidad en la sociología. La sociología basada en agentes utiliza datos y estadísticas para calibrar la «suficiencia generativa» de una microespecificación determinada comprobando la concordancia entre las macroestructuras generadas por ordenador y las del «mundo real». Cuando el modelo no puede generar el resultado que se quiere explicar, la microespecificación no es una explicación candidata viable. La separación entre los aspectos explicativos y pragmáticos de las ciencias sociales ha llevado a los sociólogos a ser muy críticos con la aplicación de las ciencias sociales en la política. Sin embargo, la ABM permite explorar sistemáticamente las consecuencias de los supuestos de modelización y hace posible modelizar fenómenos mucho más complejos que antes. La ABM ha demostrado ser especialmente útil para representar sistemas sociotécnicos y socioecológicos, con potencial para ser de utilidad en la elaboración de políticas. La ABM ofrece un conocimiento formalizado que puede parecer familiar a los responsables políticos versados en los métodos y el lenguaje de la economía, con la perspectiva de que la sociología adquiera mayor influencia en la política.
*Escrito en conjunto con David Anzola, Peter Barbrook-Johnson y Nigel Gilbert.
Título del libro
Non-Equilibrium Social Science and Policy. Springer International Publishing, 2017.
