La Segunda
Opinión
Proceso constitucional

Jugar a estadio lleno

Aldo Mascareño.

Jugar a estadio lleno

«La Comisión Experta ya no tendrá el escenario de hace unos meses, cuando jugaba en un auditorio resguardado».

Con el cierre de la votación de las enmiendas enmiendas por el Consejo Constitucional, Constitucional, el proyecto retorna ahora a los expertos. Hace unos meses, la Comisión ganó su prestigio en la redacción de la propuesta porque el borrador que entregó fue resultado de una combinación de pragmatismo político y convicción doctrinaria, en el que cada uno podía verse en alguna medida representado.

Sin embargo, la estrategia de la Comisión Experta fue fruto de un momento político particular que ya no existe. Caracterizado por el equilibrio de fuerzas, ese momento estuvo marcado por el predominio de una visión universalista e inclusiva sobre lo que debe ser una Constitución y, especialmente, por una actitud emocional de reconocimiento de la legitimidad del adversario y sus posiciones normativas. Simpatía política mutua, la hemos denominado.

En los primeros días de votación de enmiendas, el Consejo se empeñó en dejar dejar esa actitud en el pasado mientras campeaba la fórmula confrontacional de los amigos y enemigos propia de la Convención. Los desacuerdos se transformaban en líneas rojas inaceptables para unos y en territorios inexpugnables para otros. Frente a eso, el camino a un nuevo rechazo parecía pavimentado.

Pero varias cosas comenzaron a suceder. Las encuestas mostraron mostraron que la estrategia republicana de la “enmienda ciudadana” no aumentaba la opción de voto a favor. Columnistas de izquierda y derecha se volcaron entonces a criticar la falta de inclusividad del proyecto. La presidenciable Matthei advirtió que, en su estado actual, el proyecto no tenía destino. Y los partidos, ausentes de la discusión hasta ese momento, decidieron tomar las riendas del escenario constitucional y entraron finalmente a la cancha. Alguien se dio cuenta de que un nuevo fracaso llevaría el nombre de todos.

En ese escenario, y con un Frente Amplio debilitado, el rol del Partido Socialista es clave para retomar la preponderancia del Estado social y democrático de derecho y su diseño, para limpiarlo de la maleza particularista en que se fue escondiendo. Amarillos, Demócratas y Chile Vamos pueden incrementar los porcentajes de acuerdo del proyecto ayudando a podar giros programáticos, siempre y cuando la disposición republicana sea efectiva. Incluso el PC debería controlar la pulsión por anunciar su voto mientras haya opción de concluir de modo aceptable el proceso constitucional.

Ahora retorna la Comisión Experta. Ya no tendrá el escenario de hace unos meses, cuando jugaba en un auditorio resguardado y casi sin público; hoy lo hará a estadio lleno, en horario horario estelar y sin opción de tiempo añadido. Su principal aporte debe estar en la reactivación de su memoria inclusiva y pragmática para llenar vacíos y encontrar acuerdos donde es improbable hacerlo. Ella, en conjunto con todos los partidos, deberá mostrar que aún es tiempo de “dar vuelta” el marcador de la ciudadanía.