Opinión / La Nación, Argentina
Opinión

La clase política debe escuchar a las bases

Aldo Mascareño.

La clase política debe escuchar a las bases

Yo diría que las bases de un nuevo pacto social están dadas justamente por esas causas de la crisis, que la vida cotidiana se haga más liviana para la mayoría de los ciudadanos de Chile.

Un pacto social se asocia mucho a la idea de «contrato social», que presupone acuerdos básicos sobre los cuales el orden social debería configurarse. Hubo un pacto social con la Constitución y con las reformas; ahí se representa lo que es el pacto social de la actualidad.

Una transformación de ese pacto supone una reestructuración de esas bases de ordenamiento social, en términos de cuál es la distribución de poder y de influencia que se producen entre los distintos actores de la sociedad.

Hay que tomar en cuenta las causas de esta crisis. Son múltiples: salud, educación, endeudamiento, abusos, colusiones que han minado de a poco ese pacto social que se establecía, donde tenía que haber una regulación del orden social. Las instituciones no parecieron estar a la altura de lo que ellas mismas prometían.

Yo diría que las bases de un nuevo pacto social están dadas justamente por esas causas de la crisis, que la vida cotidiana se haga más liviana para la mayoría de los ciudadanos de Chile.

Yo creo que la disociación entre los estamentos políticos representativos y la ciudadanía es muy amplia. La ciudadanía se diferenció, se complejizó, se diversificó a un nivel tal cultural, simbólica y socialmente que dejó de poder ser representada en un organismo.

No creo que esto se reduzca a que la derecha es menos sensible que la izquierda. La disociación que se produce es entre el orden político, las formas de representación políticas, y la complejidad y diversidad que existen en la base de la sociedad. Una de las cuestiones que hay que hacer para captar esa diversidad es establecer mesas de diálogo, sistemas de deliberación, foros comunales, en los cuales el estamento político pueda conocer a estos distintos actores.

Esa es la única forma de mantener una visión más general de cuáles son las demandas de cada uno de estos grupos complejos. No significa que la política del Congreso tenga que estar descartada, al contrario, tiene que sumarse este otro mecanismo de conversación.