El Mercurio
Opinión

Las vacunas cambian el tono de la pandemia, pero falta que cambie el de la política interna

Vittorio Corbo.

Las vacunas cambian el tono de la pandemia, pero falta que cambie el de la política interna

El principal escollo en Chile es el estado actual de la política, el polarizado debate público y la postergación peligrosa de los acuerdos políticos necesarios para avanzar en reformas económicas fundamentales y tan necesarias.

La economía mundial experimentó el 2020 la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, como resultado de los confinamientos impuestos por los gobiernos y las restricciones autoimpuestas por los privados para limitar la expansión de los contagios. China, donde se identificó el virus en enero del 2020, experimentó una gran caída del producto en el primer trimestre, mientras que en los países avanzados esta ocurrió en el segundo. Frente a este shock, los países respondieron con medidas sanitarias y políticas fiscales y monetarias agresivas para paliar sus efectos en los hogares más vulnerables, el empleo y las empresas.

Con el avance en acotar la propagación, el aprendizaje de convivir con el virus, el relajo de los confinamientos y la ayuda de las políticas de mitigación, se inició una recuperación en el segundo trimestre en China y en el tercero en los países avanzados. Sin embargo, en el cuarto trimestre, la recuperación perdió impulso, especialmente en Europa donde el PIB volvió a caer, afectada por el aumento de los contagios y las nuevas mutaciones del virus, las que trajeron de regreso los confinamientos e intensificaron las medidas de autocuidado de la población. Por su parte, la recuperación de los países emergentes y en desarrollo ha sido más lenta y tardía, afectada por las dificultades en controlar la propagación del virus y, en muchos casos, por el reducido espacio para el uso de políticas de mitigación, tanto fiscales como monetarias y crediticias.

Con todo, se estima que la caída del PIB mundial del 2020 resultó menor a la proyectada a mediados del año pasado, cuando estábamos en el peor momento de la contracción. Como muestra, en la actualización de su informe sobre Perspectivas de la Economía Mundial publicado la semana pasada, el FMI redujo su proyección de caída del PIB mundial del 2020 desde 4,9% estimada en junio del 2020 a solo 3,5% ahora. Los cambios más pronunciados en las proyecciones para el año 2020 fueron para Estados Unidos y China. Para el primero, revisó su proyección de caída de producto de 8 a 3,4% ahora, y para China aumentó su proyección de crecimiento de 1 a 2,3% ahora. En contraste, para el resto de los países emergentes y en desarrollo los ajustes fueron menores.

Mirando hacia delante, la menor velocidad de propagación reciente del virus en Europa y Estados Unidos y el descubrimiento de nuevas vacunas, más efectivas de lo esperado, mejoran las perspectivas de un eventual control de la pandemia, el que podría lograrse ahora avanzado el próximo año. Como resultado, mejoran las perspectivas económicas para la segunda mitad de este año y el próximo.

Sin embargo, nos queda un largo camino por recorrer todavía para controlar la pandemia. Este camino está lleno de obstáculos y de incertidumbre, relacionados a la capacidad de producción de vacunas, la efectividad de las vacunas ante continuas mutaciones del virus, la efectividad de las cadenas de logística y de vacunación para que las vacunas lleguen a las personas, y la voluntad de las personas para vacunarse. A la luz de la experiencia de Europa, el proceso de vacunación no será fácil en ninguna de estas dimensiones y va a mostrar grandes diferencias entre países.

Los países con mejores perspectivas de avanzar en el control del virus son aquellos que pudieron asegurar una amplia disponibilidad de vacunas para su población y que tienen una buena capacidad movilizada de sus sistemas de salud para ejecutar una rápida y efectiva vacunación de su población.

En tanto, las perspectivas económicas están directamente relacionadas al avance en el control del virus y a la capacidad fiscal y crediticia para seguir apoyando a los hogares más vulnerables, los trabajadores y las empresas, mientras persistan los efectos de la epidemia, y al empleo y la actividad en la recuperación posterior. Se estima que, por recursos y capacidad fiscal e institucional, los países desarrollados, liderados por los Estados Unidos, debieran ser los que más avancen en la recuperación.

En Estados Unidos, el último programa fiscal de Trump y el paquete fiscal bajo discusión de Biden que finalmente se apruebe y una política monetaria y crediticia acomodaticia, proporcionan un puente para apoyar a los hogares, trabajadores y empresas, mientras se avanza en la vacunación masiva. En los países emergentes y en desarrollo serán las diferencias en capacidad de continuar con políticas de mitigación y la gestión de la vacunación las variables diferenciadoras.

En cuanto a proyecciones, el FMI proyecta ahora que la economía mundial crecería 5,2% el 2021 (tres décimas más que lo estimado en junio pasado) y 4,2% el 2022 (igual que en junio pasado). Para los países emergentes y en desarrollo proyecta un crecimiento de 6,3% este año (tres décimas más que en junio pasado) y 5% el año próximo (una décima menos que en junio pasado).

Este escenario externo es favorable para Chile, tanto para sus volúmenes exportados, como para los precios de las exportaciones y los flujos de capitales. El escenario externo, unido a las fortalezas macro-financieras y del sistema de salud y a la gestión de la epidemia en Chile, nos debería ayudar a dejar atrás la peor recesión en cerca de 40 años. Entre las fortalezas habría que destacar: (1) la capacidad fiscal —incluida en el presupuesto Covid— para financiar políticas de mitigación, mientras se avanza en el control de la epidemia y posteriormente para apoyar la recuperación; (2) un Banco Central activo en apoyar el crédito, siempre velando por la estabilidad de precios y financiera y un sistema financiero sólido; (3) la capacidad de su sistema hospitalario, un probado y extendido sistema de salud primaria, administrado por los municipios, que refuerza la capacidad de vacunación; y (4) contratos por un monto total de vacunas que, con un proceso exitoso de vacunación, le permitirían alcanzar a fines del tercer trimestre la segunda mayor cobertura de población vacunada a nivel mundial (Goldman Sachs).

El principal escollo en Chile es el estado actual de la política, el polarizado debate público y la postergación peligrosa de los acuerdos políticos necesarios para avanzar en reformas económicas fundamentales y tan necesarias. Si no procedemos a realizar estas reformas, no podremos enfrentar de manera definitiva los problemas sociales ya conocidos (pensiones, salud, educación, reforma del Estado), ni retomar el crecimiento sostenido e inclusivo. Sin crecimiento sostenido e inclusivo será muy difícil financiar políticas sociales efectivas y satisfacer las expectativas de la población. Y con este clima político, se va a requerir mucha altura de miras para poder redactar una Constitución, que facilite la gobernabilidad como paso necesario para poder retomar el progreso económico y social.