El Mercurio, 15 de septiembre de 2013
Opinión

Leer para crecer

Sergio Urzúa.

Comienzo esta columna felicitándolo. Usted pertenece a esa minoría de compatriotas que lee. La evidencia demuestra que esta práctica no solamente aumenta las capacidades para desenvolverse en el día a día, sino que también está altamente correlacionada con los logros económicos y sociales de largo plazo.cc Lamentablemente, la ausencia de hábitos de lectura ha pasado a ser parte de nuestra idiosincrasia. Esto fue documentado en su momento por las pruebas PISA, que han ubicado a Chile entre los países de peor desempeño en este ámbito: en 2009, menos del 9% de nuestros jóvenes de 15 años declaró leer al menos una hora al día; solo el 60% leía por entretención y, lo que es aún más preocupante, entre 2000 y 2009 este porcentaje cayó casi 15 puntos. A esto es necesario agregar los paupérrimos resultados del Simce 2012, que mostraron que uno de cada cuatro niños de segundo básico no entiende lo que lee.

A la luz de estascifras, cabe entonces preguntarse: si los resultados son así de malos entre quienes hoy están siendo educados, ¿qué cabe esperar del resto?

El reciente estudio de las competencias básicas de la población adulta del Centro de Microdatos responde esta pregunta. De acuerdo con este, 4 de cada 10 compatriotas son analfabetos funcionales, esto es, no tienen las competencias necesarias para comprender y utilizar información contenida en textos simples, ni las necesarias para ubicar y utilizar información contenida en documentos. Además, como en el caso de PISA, las cifras no muestran cambios significativos respecto de la medición realizada en ¡1998!

La situación no puede dejar a nadie indiferente. Esta demuestra que a pesar del abultado crecimiento del presupuesto dedicado a educación, en la práctica él no se ha traducido en mejoramientos en la manifestación más simple de una sociedad más educada, como lo es la lectura. Por otra parte, las negativas cifras también informan respecto de las dificultades que enfrentará Chile para sustentar su crecimiento sobre la base ade capital humano. Se lo pongo en perspectiva: incluso con una reforma educacional que redujese inmediata y significativamente los niveles de analfabetismo funcional entre nuestros estudiantes, no observaríamos un efecto sobre la trayectoria de crecimiento antes del año 2025 (el reemplazo generacional en el mercado laboral no es instantáneo).

La apuesta por crecer sobre la base del capital humano es correcta, pero hay que ser realistas: el proceso es lento y llevamos años atrasados. Para avanzar a paso firme, debemos primero centrarnos en el qué y cómo se enseña durante los primeros años de educación. Allí se forman los pilares de la futura transformación. Ahora, si usted quiere contribuir hoy, lo invito a reemplazar la televisión por un libro. Aún mejor, léale a sus hijos, promueva en ellos el hábito de lectura. Le aseguro que el retorno de ese minuto gastado en ellos es altísimo. Sus hijos y el país se lo agradecerán.