La Tercera, 21/06/2009
Opinión

Los desafíos de Piñera y Frei

Óscar Godoy A..

Cada encuesta tiene un valor predictivo efímero. Pero, a la vez, contiene información valiosa para orientar las campañas electorales cuyo horizonte final está aún distante. La última encuesta del CEP predice resultados electorales que no exceden los límites de una semana. Y, a la vez, entrega importantes datos sobre el estado del proceso preliminar de discernimiento ciudadano acerca de la mejor opción presidencial.

Si se trata de predicciones, es correcto afirmar que si la elección presidencial se realizara el próximo sábado, Sebastián Piñera ganaría con una mayoría relativa, seguido por Eduardo Frei y Marco Enríquez-Ominami. Por tanto, la encuesta también predice una segunda vuelta entre Piñera y Frei, y bosqueja un vago escenario en el cual los dos candidatos empatan y el resultado es incierto.

Pero, como ya dije, la encuesta CEP no solamente predice, también entrega información. Tres brochazos sobre información esencial acerca del proceso electoral: retroceso de Piñera, consolidación de Frei e irrupción de Enríquez- Ominami. Pero, como veremos enseguida, Piñera tiene un amplio margen para revertir su actual situación y activar un dinamismo que confirme el pronóstico de aquellos que “creen” que será Presidente de Chile (47%). El senador Frei es el candidato que tiene la pista más pesada, porque deberá enfrentar el fenómeno Enríquez- Ominami que recién empieza a desplegar su potencial.

Analicemos con algún detalle ciertos datos que nos entrega la encuesta. Hasta la fecha, solamente Piñera exhibe una adhesión similar a la votación dura de la Alianza. Recordemos que en las pasadas elecciones parlamentarias (2005) esta coalición recibió el 36% de la votación. Esta es la plataforma básica y sólida de Piñera. Por su parte, Eduardo Frei está muy lejos del 47,5% que la Concertación obtuvo en la misma ocasión. E incluso bastante lejos del 40-42% que la Concertación conserva hoy día, después de experimentar fuertes pérdidas de su poder electoral, como lo demostró la última elección municipal (2008).

Y si Frei, proclamado único candidato de la coalición gobernante, solamente acumula el 30% en primera vuelta, quiere decir que aún no alcanza a capturar la adhesión dura de la Concertación, y que la diferencia se la lleva Enríquez-Ominami. Quedan así planteadas inquietantes incógnitas. ¿Seguirá el joven candidato socialista impidiendo a Frei incluir toda la votación de su propia coalición? O, peor aun, ¿perderá Frei adhesión a causa del previsible crecimiento de Enríquez- Ominami? No lo sabemos y quizás la encuesta CEP de septiembre responda a esas preguntas.

Sebastián Piñera deberá fortalecer su campaña y hacer esfuerzos extraordinarios para descifrar, interpretar y persuadir a la mayor concentración de ciudadanos que incluye la muestra del CEP. Ellos son los que no se identifican ni con la derecha y centroderecha (20%), ni con la izquierda y centroizquierda (23%), ni con el centro (13%), sino con “ningunos” y que son el 43%. En este electorado está la clave del éxito. Por el momento, un 34% de este universo está apoyando a Piñera en una segunda vuelta, contra un 31% que favorece a Frei. En términos absolutos, se trata de 3,5 millones de electores (sobre ocho millones de inscritos) o 2,7 millones (sobre los 6,5 millones que votan efectivamente). Es muy probable que allí exista una profunda aspiración insatisfecha a ser persuadidos por un liderazgo fuertemente político y no puramente tecnocrático.