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¿Mutaciones?

Joaquín Trujillo S..

¿Mutaciones?

¡Intelectualismo barato! ¡#Rechazo! ABO: ¡Socialdemocracia traidora! ¡#Apruebo! RMO: Claramente les cuesta salir de los eslóganes. Me equivoqué. Sin mí ustedes ya son el uno para el otro. Son ustedes el monstruo de dos cabezas, no yo.

Apruebo (ABO), Rechazo (RZO) y Reformo (RMO) se juntan una noche en un bar y mantienen el siguiente diálogo:

ABO: Rechazo, te respeto, no te escupiré la cerveza en la cara, pero no entiendo por qué trajiste contigo a Reformo. RZO: No sé, me pareció que su presencia ayudará a entendernos. ABO: ¿Entendernos? Siempre has hablado pestes de él. Sospechoso que ahora lo traigas de escudero. RZO: Tenle más respeto. Además, ni tú ni yo nos bastamos para pagar la cuenta. ABO: Eso es lo que siempre dices, que nunca yo pago nada, pero después me exiges una transferencia por aquí, otra por allá, y no digamos que sales perdiendo. RZO: Tal vez porque siempre rompes muchos vasos. RMO: Calma. Es verdad que no estaba invitado a esta conversación, pero ¿realmente podrán entenderse sin mí? ABO: Tratándose de Rechazo, entenderse con él será siempre caer en una trampa. RZO: Lo mismo digo de ti, pero al menos yo no creo que tú sobres en este mundo. ABO: Yo no creo que sobres, yo creo que interfieres excesivamente. RZO: ¿Y tú acaso no? ¿No le inventas ningún problema a Chile? RMO: Hermanitos… Ustedes dos me inventan problemas a mí con sus choques de trenes bala. ABO Y RZO: ¡Silencio, aun no te hemos pedido que intermedies! RMO: ¿Entonces para qué me invitaron? ABO: Yo no te invité. RZO: Yo fui el que te invitó, para que hablara una sola de tus cabezas. ABO: Porque tú, Reformo, tienes dos cabezas. Eres un mutante. RMO: No lo niego. Toda mi vida he sido un orgulloso mutante. ¿Acaso tener dos cerebros no me hace pensar mejor? ABO: Más bien hace que te contradigas.

RZO: Y que la peor de tus cabezas me interrumpa. RMO: Muy graciosos, pero lo único cierto aquí es que será una de mis dos cabezas la que tenga razón. ¿No se dan cuenta? Una mira hacia ti, Apruebo, otra hacia vos, Rechazo. Y como todos sabemos que la vida es siempre una permanente reforma, porque nunca hay nada perfecto, todo puede mejorarse, es que seguramente uno de ustedes ganará esta noche, pero no por eso se despertará más temprano mañana. ABO: Veo que estás muy ético.

RZO: O muy poético. RMO: Es que ustedes parecen no entender la dialéctica. RZO: ¿La dialec… qué? RMO: La dialéctica.

ABO: A ver, explícala, maestro. RMO: Consiste en lo siguiente. Si mi cabeza 1 dice una cosa, y la 2, otra distinta… RZO: ¿Serías un esquizofrénico? ABO: ¡Ya entiendo! Quieres convencernos de que Rechazo y yo somos como el yin y el yan, pero que son tus dos cabezas lo más cerca que pueden estar las nuestras. O sea, tú eres la mejor versión de nosotros mismos. Dos en uno, más o menos reconciliados. RMO: Algo así. RZO: ¡Intelectualismo barato! ¡#Rechazo! ABO: ¡Socialdemocracia traidora! ¡#Apruebo! RMO: Claramente les cuesta salir de los eslóganes. Me equivoqué. Sin mí ustedes ya son el uno para el otro.  Son ustedes el monstruo de dos cabezas, no yo. ABO: A ti te vamos a partir en dos, como a los hermafroditas de Platón. RZO: A ver si aprendes a ser hombre. RMO: Entiendo. Jugárselas así es parte del juego. Pero alguien distinto de ustedes podría resultar dañado. ABO Y RZO: ¡Ya hay muchos!