El Mercurio Red de diarios regionales, 3 de febrero de 2019
Opinión

Otras dimensiones del centralismo

Andrés Hernando, Lucas Sierra I..

Investigando el proceso de nombramientos de ministros titulares de la Corte Suprema (CS), desde marzo de 1990, detectamos una dimensión bastante aguda del centralismo.

Solemos hablar del peso relativo de Santiago en el país respecto de población, producto, inversión, gasto. Y, también, del ejercicio del poder. En este último caso, pensamos inmediatamente en la administración del Estado. Pero hay otras dimensiones menos evidentes del centralismo.

Investigando el proceso de nombramientos de ministros titulares de la Corte Suprema (CS), desde marzo de 1990, detectamos una dimensión bastante aguda del centralismo. No es mayor sorpresa: en el mundo del Derecho existe la sensación de que para llegar a la CS hay que pasar por Santiago. Pero, al ver los datos, llama la atención cuán real es.

En el periodo estudiado ha habido 55 nombramientos de ministros en la CS. De éstos, 42 han correspondido a ministros que vienen de la carrera judicial. Son los «internos». Los 13 restantes han venido de fuera de la judicatura, los «externos».

Respecto de los 42 internos, nos preguntamos ¿cuál fue la última posición que tuvieron en la judicatura antes de ser nombrados a la CS? Contestamos en dos niveles. Primero, estudiamos las quinas a partir de las cuales se hicieron los nombramientos; luego, los nombramientos propiamente tales.

Las 42 quinas contuvieron 210 alternativas. De ellas, 116 (55,2%) fueron ministros de la Corte de Apelaciones (CA) de Santiago; 23 (10,9%) de la de San Miguel, 19 (9%) de Valparaíso, 15 (7,1%) de Concepción, 14 (6,6%) de Temuco, nueve (4,2%) de Iquique, nueve de Rancagua, tres (1,4%) de Valdivia, uno (0,4%) de La Serena y uno de Coyhaique.

El peso relativo de Santiago ha sido grande, del total de ministros de las CA de Chile hoy, los de Santiago equivalen al 21,1%, pero, han representado el 55,2% de las quinas. Si sumamos a las alternativas de Santiago las que vienen de la CA de San Miguel, entre ambas alcanzan 66,1%, en circunstancias que el número de ministros de ambas Cortes representan el 32,9% de los ministros de las CA. El peso de la Región Metropolitana, entonces, es sustancial.

Más importante es su peso si miramos a los 42 nombrados desde esas quinas. 30 (71,4%) fueron ministros de la CA de Santiago, cuatro (9,5%) de San Miguel, cuatro de Concepción, uno (2,3%) de Valparaíso, uno de Rancagua, uno de Temuco, y uno de Valdivia. Esto significa que el 71,4% de los nombrados han provenido de la Corte de Santiago. Si se suma la de San Miguel, el peso relativo de la Región Metropolitana llega a un impresionante 80,9%.

Existe conciencia de la necesidad de mejorar el mecanismo por el cual se nombran los jueces. La realidad que sugieren estos números ayuda a justificarla.

 

Esta columna fue publicada en los siguientes diarios regionales:

El Mercurio de Antofagasta

Crónica de Chillán

El Sur de Concepción

Austral de Valdivia

El Llanquihue