La Segunda
Opinión
Economía

Para no olvidar: la regla del 70

Roberto Cases V..

Para no olvidar: la regla del 70

Descuidar el crecimiento del país puede tener efectos profundos en el bienestar y el desarrollo.

Las cifras de actividad económica de los últimos meses no han sido del todo alentadoras. En mayo el IMACEC registró una contracción anual de 2%, la más baja en lo que va del año, y las expectativas apuntan a que la economía chilena seguirá mostrando cifras de crecimiento negativas o cercanas a cero en los próximos meses. No obstante, más allá de las cifras actuales, las cuales se posicionan en un contexto de ajuste de los desequilibrios macroeconómicos observados en 2020 y 2021, el debate público no debe olvidar un tema de suma relevancia: el crecimiento económico de largo plazo.

Basta con observar la evolución del crecimiento de la economía chilena en los últimos veinte años para hacer un diagnóstico del problema. En la primera década de este siglo el país creció a una tasa promedio de 4,4%, tasa que se contrasta significativamente al crecimiento promedio de 2% observado en los cinco años previos a la pandemia. A su vez, esta última cifra se acerca a la estimación del 2,1% del PIB tendencial, es decir, el crecimiento de la producción del país en ausencia de shocks transitorias de productividad y cuando los insumos (trabajo, capital, etc) se usan a su capacidad normal.

El crecimiento económico de largo plazo es un invitado que no debe faltar en la discusión respecto al futuro del país. La creación de empleos, la infraestructura, el presupuesto del gobierno, los ingresos de los hogares y una serie de variables relacionadas con el desarrollo dependen de alguna u otra manera del crecimiento.

Para dimensionar la importancia del crecimiento económico podemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Cuántos años tomaría duplicar los ingresos del país si mantenemos nuestra tasa de crecimiento actual? La respuesta es simple. La “regla del 70” indica que, si un país crece a un X%, elevar al doble sus ingresos tomaría 70/X años. En otras palabras, y siguiendo la estimación del PIB tendencial, si mantenemos un crecimiento del 2%, nos demoraríamos 35 años en duplicar la producción de Chile. Si por alguna razón, el crecimiento del país se mantuviera en 1%, el tiempo para duplicar los ingresos del país asciende a 70 años.

En este marco, aumentar en un punto porcentual la tasa de crecimiento tiene efectos de gran magnitud en los ingresos del país en el largo plazo. Esta sencilla regla entrega una moraleja que el debate público no debe olvidar: descuidar el crecimiento del país puede tener efectos profundos en el bienestar y el desarrollo.