En los últimos diez años, la cobertura en educación parvularia en nuestro país ha avanzado de forma significativa, pasando de 27 a 44 por ciento. Con todo, aún estamos lejos de alcanzar la cobertura que tienen los países de la OCDE, especialmente en la edad de tres años, donde existe evidencia del impacto de asistir a un centro educativo de calidad en el desarrollo de los niños y donde nuestra cobertura apenas alcanza un 45 por ciento en comparación con el 70 por ciento de los países desarrollados. Si consideramos la baja cobertura y el alto retorno social de la inversión en este nivel educativo, se vuelve apremiante materializar la reforma constitucional que se aprobó el año 2013, que garantiza acceso universal y gratuito a los niños de dos y tres años.
Actualmente, en la Comisión de Educación de la Cámara duerme un proyecto de ley que garantiza acceso universal y gratuito para niños de dos y tres años, creando una subvención de aproximadamente $130.000 mensuales para jornada escolar completa con Subvención Escolar Preferencial. Sería un enorme avance para el país que el Poder Legislativo tramite dicho proyecto y así cumpla con el mandato de avanzar en asegurar a todos los niños acceso a la educación inicial, especialmente ahora que contamos con los recursos para ello.
