El Mercurio, 23/6/2011
Opinión

«Reajuste del salario mínimo se aparta un poco de la regla y puede afectar el empleo»

Harald Beyer.

Los parámetros propuestos por el grupo de trabajo público-privado establecían un incremento de 4,5%, resultado de un crecimiento de la productividad de 1,2% y una inflación de 3,3%.

por Lina Castañeda

Trabajaron cerca de diez meses para acordar una fórmula que pusiera fin a los tradicionales conflictos de cada año por el reajuste del salario mínimo. Los doce integrantes de la Comisión Asesora Laboral representaron tanto a empresas, grandes y pymes, como a trabajadores fiscales, al Gobierno y al mundo académico.

Pese a las diferencias, llegaron a una fórmula, a base de la productividad y a la inflación, que para este año sugería un reajuste de 4,5%. Sin embargo, el Gobierno optó por ofrecer un 4,7%, que en la Cámara subió hasta 5,5% y cuyo monto final aún está por definirse en el Senado.

Al aumentar la oferta, el Gobierno se apartó de la regla recomendada, señala Harald Beyer, subdirector del Centro de Estudios Públicos, y presidente de la comisión asesora, que realizó sus cálculos sobre la base de la productividad media del país y de la inflación pasada.

-¿En cuánto estima la productividad y el reajuste resultante?
«La forma en que se estima la productividad media es el crecimiento del PIB menos el aumento del empleo. Para estimar la expansión del PIB se pondera en un 50% el crecimiento del trimestre inmediatamente anterior a la negociación (9,8% en el primer trimestre) y se pondera en 50% el crecimiento proyectado para el año (6,1%)».
«El crecimiento estimado del PIB es de 7,95% y descontado el aumento de 6,8% que registró el empleo en el trimestre anterior a la negociación, eso arroja una expansión de la productividad de 1,2%. Sumando la inflación pasada, que fue de 3,3%, eso da un reajuste del salario mínimo de 4,5%. Con ello, el monto subía desde $172 mil a $179.600».

-¿Ve riesgos de que el reajuste mucho mayor al alza propuesta perjudique el empleo?
«Nosotros sugerimos la regla porque todos los antecedentes del mercado laboral indicaban que el salario mínimo estaba en un nivel tal que producía tensión entre redistribuir -que es el objetivo del salario mínimo- y el empleo de las personas menos calificadas. Sigo sosteniendo eso. Esta alza, más allá de lo que estipula la regla, puede afectar el empleo de las personas menos calificadas, que son básicamente los jóvenes y algunos trabajadores con baja escolaridad».

-¿Qué espera a futuro?
«Esperaría que el Gobierno envíe un proyecto de ley para que se discuta la regla. Presentamos una regla que tiene solidez técnica e incluso propusimos que se revise cada cuatro años. También dijimos que, si se quiere cumplir una labor redistributiva cada cierto tiempo, se podría subir por una sola vez más allá de lo que dice la regla y después volver a ella».
«Pienso que el Gobierno debió haber enviado hace mucho tiempo un proyecto con la regla. Desconozco por qué no lo hizo. Se podría haber discutido, sin perjuicio de que en este período no tenía mucho sentido usarla porque había que aprobar primero el proyecto».

-¿Por qué le sorprendió que la CUT no siguiera la regla al proponer un alza a $190 mil?
«Entregamos un informe el año pasado. Si bien la CUT no respaldó la propuesta específica, dijo que le gustaría avanzar hacia una regla más precisa y que la comisión ojalá avanzara en ello. Eso se hizo, la Comisión logró un acuerdo que fue validado por los representantes de la CUT, pero cuando viene el proceso deciden apartarse de la regla. Eso sorprendió a los miembros de la comisión».

»…el Gobierno debió haber enviado hace mucho tiempo un proyecto con la regla. Desconozco por qué no lo hizo. Se podría haber discutido, sin perjuicio de que en esteperíodo no tenía mucho sentido usarla…».

»Presentamos una regla que tiene solidez técnica e incluso propusimos que se revise cada cuatro años… y si quiere cumplir una labor redistributiva… se podría subir una vez más allá de lo que dice la regla».