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Reconciliando la política con lo técnico

Daniela Leitch B..

Reconciliando la política con lo técnico

La creación de esta Secretaría le otorga una nueva herramienta al Congreso para analizar los proyectos de ley, tanto el referente a la Ley de Presupuestos como otros que puedan tener impacto macroeconómico y fiscal.

Una de las comisiones de la Convención Constitucional (CC) que más atención ha concitado es la Comisión sobre Sistema Político, Gobierno, Poder Legislativo y Sistema Electoral, pues en gran medida definirá la conformación de los poderes Ejecutivo y Legislativo y los sistemas de frenos y contrapesos entre ambos. Respecto a esto último, un punto importante serán las atribuciones que le corresponderá a cada uno en el proceso presupuestario. A la fecha, las normas aprobadas del borrador de nueva Constitución mantienen las atribuciones presupuestarias de ambos poderes en términos muy similares a la actual Constitución, es decir, con alta predominancia de la Presidencia sobre materias que tengan impacto en las arcas fiscales. Con todo, también hubo espacio para la innovación, aprobando el establecimiento de una Unidad Técnica dependiente del Congreso, que tendrá como subdivisión una Secretaría de Presupuestos.

La creación de esta Secretaría le otorga una nueva herramienta al Congreso para analizar los proyectos de ley, tanto el referente a la Ley de Presupuestos como otros que puedan tener impacto macroeconómico y fiscal. Esto responde a una tendencia de muchos países desarrollados a instaurar instituciones encargadas de vigilar la sostenibilidad de las cuentas fiscales, ya sean dependientes del Legislativo o del Ejecutivo, llamadas Instituciones Fiscales Independientes (IFIs). Estas instituciones son de carácter exclusivamente técnico y se encargan principalmente de analizar el impacto fiscal y macroeconómico de los proyectos de ley. Dentro de esta tarea, también se encuentra el adoptar una mirada de largo plazo en su análisis para determinar si las políticas aplicadas se ajustan a las reglas económicas que definió el país para este horizonte y que constituyen la regla fiscal.

De acuerdo a la definición anterior, la Secretaría de Presupuestos aprobada sería una IFI dependiente del Legislativo, más conocidas como Oficinas Parlamentarias de Presupuestos (PBO, por su sigla en inglés). Las PBOs, en su rol técnico, permiten refinar y robustecer los proyectos de ley y aumentar la calidad del debate legislativo entorno a ellos. Además, constituyen un mecanismo de contrapeso y fiscalización del Legislativo respecto del Ejecutivo en materia de gasto y presupuesto, generando incentivos a que la información presupuestaria sea transparentada de una manera simple para el público general y para los propios parlamentarios (Anderson, 2009).

Actualmente existe en Chile una IFI, el Consejo Fiscal Autónomo (CFA), dependiente del Ejecutivo, lo cual no es óbice para que el Congreso cuente con una institución análoga. De hecho, países como Estados Unidos, Austria y Portugal tienen ambos tipos de IFIs. Con todo, para asegurar su efectividad y evitar que un rol más activo del Congreso sobre el proceso presupuestario arriesgue la disciplina fiscal (Lienert, 2010), el establecimiento por sí solo de una PBO no basta. Un buen diseño de sus atribuciones suele contar con mecanismos que refuerzan la imparcialidad política de sus directores, la rigurosidad técnica de sus miembros y la limitación de su trabajo al análisis y asesoramiento técnico, sin facultades de emitir recomendaciones de política pública.

La experiencia internacional en países como EE. UU. y Corea del Sur indica que el uso de PBOs, junto con una regla fiscal (que Chile ya tiene), puede resultar muy beneficiosa (FMI, 2013). Considerando los debates recientes que han enfrentado a la política con la técnica, como, por ejemplo, el retiro de los fondos de pensiones o el descalce, en los últimos años, de la regla fiscal, una institución como la Secretaría podría ayudar a reconciliar ambas partes en un momento complejo para la economía chilena.