La Tercera, 3 de marzo de 2019
Opinión

Retomar la agenda

Sylvia Eyzaguirre T..

Ganar una elección solo tiene sentido si con ello se logra desplegar una agenda que mejore el bienestar.

Los primeros dos años de gobierno son claves para avanzar en materia legislativa, dado que los últimos dos años están marcados por las elecciones municipales, parlamentarias y presidenciales. Este gobierno cumplirá un año en el poder y no ha logrado avances importantes en la tramitación de sus proyectos de ley, en particular en aquellos que el propio gobierno ha calificado como fundamentales: tributaria, pensiones y salud. Sin duda, no tener mayoría parlamentaria es un obstáculo para avanzar en la agenda gubernamental, pero las prioridades del gobierno y el abandono de ciertos temas llevan a preguntarse por su verdadera agenda. En educación, por ejemplo, llama la atención los proyectos que la cartera ha decidido relevar. Los proyectos “Aula Segura” y “Admisión Justa” han recibido una atención desmedida respecto de su verdadero impacto en el sistema educativo.

Dicha atención podría justificarse si el gobierno no tuviera nada más que mostrar. Sin embargo, resulta incomprensible que la prensa y el mundo político estén más preocupados de lo que ocurre en algunos liceos emblemáticos, donde la violencia ha escalado a niveles inaceptables, que terminar con el Crédito con Aval del Estado, que afecta y seguirá afectando a cientos de miles de jóvenes que estudian en la educación superior, o avanzar con la gratuidad para los jóvenes del séptimo decil de ingreso que estudian en la educación técnico-profesional, dos proyectos que duermen en el Congreso sin que a nadie parezca importarle.

Igual suerte parece correr el proyecto de ley que asegura acceso universal y gratuito a la educación parvularia a partir de los dos años, que ingresó recientemente al Congreso. Mientras el Gobierno estaba sumido en una campaña por desprestigiar el actual sistema de admisión para impulsar el proyecto “Admisión Justa”, que solo introduce modificaciones marginales, ingresaba al Congreso sin aspavientos el proyecto de ley más importante en materia de educación, a saber, el que crea una subvención para la educación parvularia de los niños de dos y tres años. ¿A qué se debe esto? ¿Responde netamente a criterios políticos? Existe consenso entre los expertos en la importancia de la estimulación temprana para el desarrollo integral de los niños, especialmente de los de menos recursos.

Ahora bien, las encuestas revelan la falta de interés de la ciudadanía por la educación parvularia y eso convierte al proyecto en algo poco sexy. Pero el gobierno en materias como estas debería atender más a la evidencia científica que a las encuestas y poner sus fichas en aquellas políticas que, aun cuando no sean valoradas, avanzan en bienestar y equidad. Legislar en función de la contingencia puede llevar al gobierno a la irrelevancia, pues siendo bien francos, tanto la ley “Aula Segura” como el proyecto “Admisión Justa” son necesarios, pero intrascendentes.

Por el contrario, los proyectos esenciales para el país duermen plácidamente. Es hora de retomar una agenda con visión de futuro.

Ganar una elección solo tiene sentido si con ello se logra desplegar una agenda que mejore el bienestar. En esta dirección se puede avanzar mucho tan solo asegurando una buena gestión, pero, al menos en educación, la buena gestión no basta, se requieren leyes que permitan avanzar en áreas donde estamos muy atrasados, como, por ejemplo, educación parvularia, necesidades educativas especiales, reinserción escolar y enseñanza media técnico-profesional, por mencionar solo algunas. Es de esperar que este año sea uno de abundancia legislativa, dado que el anterior fue de escasez, y así avanzar en materias que son prioritarias para Chile.