La Segunda, 6 de octubre de 2017
Opinión
Economía

Rodrigo Vergara y el «colapso» bursátil de Camus si no gana Piñera: “Tiene un cierto tono de amenaza”

Rodrigo Vergara M..

El miembro del equipo económico de Piñera criticó discurso del Gobierno: «Está fuera de la realidad». Cuando uno lee el Estado de la Hacienda Pública, da la sensación de que vivimos en otro país, porque todo allí es maravilloso».

Dice que la está pasando bien donde está, como investigador asociado del Centro de Estudios Públicos. Pero es un secreto a voces en el comando de Sebastián Piñera que su nombre es carta para mudarse a la oficina más grande en el piso 12 de Teatinos 120. Rodrigo Vergara dice que ha dicho 20 veces lo mismo cuando le preguntan si será ministro de Hacienda en un eventual nuevo gobierno del ex Presidente. Esta es la 21ª: «No es el momento para aceptar o rechazar puestos que nunca nadie me ha ofrecido», recalca.

Sin embargo, se le ve distinto a cuando presidía el Banco Central. Ahora es más asertivo, crítico y directo, aunque siempre guardando las formas. En su estilo. Y no habla de política monetaria actual, porque se autoimpuso un extenso «silent period» tras dejar el instituto emisor en diciembre de 2016.

Este egresado de la UC en 1985 y luego doctor en Harvard —igual que el ex jefe de las finanzas públicas de Piñera, Felipe Larraín— podría suceder a otro ex alumno de esa universidad de la Yvy League, Nicolás Eyzaguirre, a quien respeta y le tiene estima. Pero es a quien le lanza la primera alerta de precaución. Sobre todo, cuando Eyzaguirre se pone primaveral.

—¿Ve las «florcitas» de las que hablaba Eyzaguirre ayer?

—Sería cuidadoso. Ya en el pasado se cometieron varios errores de los «brotes verdes», de «las señales primaverales», y esas cosas. Si bien la economía debiera empezar a crecer más en la segunda parte del año y todavía más el próximo, el repunte no está asegurado. Hay que cuidarlo y tener cautela.

—Es lo mismo que dijo ayer su sucesor en el Banco Central, Mario Marcel. Parece que están alineados.

—(Entre risas) Mira, parece…

—Veamos si coincide con Marcel en lo que se necesita. A su juicio, ¿qué falta?

—Que se consolide esta recuperación, falta que empecemos a tener señales más fuertes en inversión y que mejoren más las expectativas de los agentes.

—¿Esas expectativas están vinculadas directamente al resultado electoral?

—A ver, sí importa quién sea el próximo gobierno y, dada mi opción, si es Piñera, hay más posibilidades de un mayor crecimiento, porque todas sus políticas están enfocadas a volver a la senda del desarrollo que seguía Chile hasta hace unos años. Las cosas externas son importantes; pero al final, si la economía crece o no en el largo y mediano plazo, va a depender de las políticas públicas que se hagan.

—El presidente de la Bolsa de Comercio, Juan Andrés Camus, dijo que habría un colapso en el mercado bursátil si no gana Piñera…

—Es una declaración desafortunada. No me parece bien que el presidente de la Bolsa de Comercio haga ese tipo de comentarios, que quizás van en un sentido que no quiso darles, porque tiene un cierto tono de amenaza que no está bien. La campaña de Piñera es de optimismo y de futuro, y que va a producir crecimiento más allá de lo que pase con la Bolsa.

—¿Es desafortunada por ser Camus una de las personas que más dinero han donado a la campaña de Piñera?

—No me voy a pronunciar sobre eso.

 

«No es mala pata»

—¿Cuánto tiene que ver el repunte de la confianza y la inversión con la expectativa electoral?

—Esta es la elección que más importa desde el retorno a la democracia en Chile, porque el último cuatrienio tomamos un camino que no es el correcto. Entonces, se trata de corregir ese camino.

—¿Está de acuerdo con que este gobierno tuvo la mala suerte de tocar el ciclo de baja de los commodities?

—Hubo mala suerte por un período limitado, pero a la larga el crecimiento va a depender de nuestras propias políticas públicas. Somos responsables de nuestro destino. Que durante 4 años hayamos tenido un bajo crecimiento, caída de la inversión, creación de empleos desacelerada, que nos hayan bajado la clasificación de riesgo, que la deuda pública haya aumentado, que los déficits fiscales sean elevados y que la situación fiscal esté estresada, no es por mala pata.

—Eyzaguirre dice «recibimos una economía en descenso y la vamos a dejar en ascenso. El promedio no es bueno, pero las expectativas sí lo son».

—Cuando uno lee el Estado de la Hacienda Pública, da la sensación de que vivimos en otro país, porque todo allí es maravilloso: «lo hemos hecho increíble, ha sido todo fantástico, hemos hecho lo que hay que hacer, y más aún, vamos a dejar un país fantástico y que el próximo gobierno va a cosechar esta maravilla que dejamos». Y bueno, cuando tenemos un país que ha crecido tan poco, me parece que es un discurso bastante fuera de la realidad, porque hay problemas bastante serios de los que la próxima administración, la que sea, tendrá que hacerse cargo.

 

 

Presupuesto 2018: «Eyzaguirre perdió su última oportunidad»

—Piñera dice que este presupuesto es irresponsable, ¿lo es?

—Estamos en una situación fiscal estresada tras 4 años de bajo crecimiento, déficits fiscales, deuda pública creciente. Era el momento para dar una señal de austeridad y credibilidad, y no se aprovechó. Eyzaguirre perdió la última oportunidad que le quedaba.

—¿Los ingresos del fisco pueden aumentar 7,4% en 2018, como plantea el presupuesto?

—Es demasiado optimista. El ministro tendrá que explicar de dónde salen esos ingresos con un crecimiento del PIB potencial de 2,6%.

—¿El 3% de crecimiento esperado para 2018 no da para que suban 7,4%?

—No. Entonces, se buscan los otros factores que inciden: precio del cobre, producción de cobre, reforma tributaria…Con todo, 7,4% o 5% estructural es excesivamente optimista.

—¿Qué implicancias tiene?

—Que no se cumplirá el estimado de reducción de déficit estructural de 0,25 puntos. Además, hace que las holguras presentadas el año pasado como negativas, este año se presenten como positivas para los próximos años. Hay un exceso de optimismo no justificado. No me cuadra.