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Opinión
Salud

Convivencia con el virus: ojo con los test

Alejandra Benítez U., Carolina Velasco O..

La convivencia con el virus requiere incorporar el testeo permanente para mantener una estricta vigilancia del virus y contener rebrotes rápidamente.

La evidencia de esta pandemia ha demostrado que la estrategia para enfrentarla debe ser integral, considerando medidas de mitigación y contención, económicas, comunicacionales y sanitarias. Dentro de las últimas, la estrategia de testeo, seguimiento, rastreo y aislamiento de contagiados y contactos estrechos es clave, dada la rápida propagación del SRAS-CoV-2.

La convivencia con el virus requiere incorporar el testeo permanente para mantener una estricta vigilancia del virus y contener rebrotes rápidamente. Más aún si se comienzan a aplicar medidas de desconfinamiento. Se requiere un importante nivel de testeo diagnóstico (PCR), como el que se ha visto en los últimos días (cerca de 30 mil reportados diariamente), especialmente en grupos y zonas de mayor riesgo (adultos mayores, hospitalizados, personal de salud, personas con pre existencias) y entre los “súper propagadores” o quienes tienen alto contacto diario con otras personas (se desempeñan en comercio de alta afluencia, delivery, transporte público y zonas de hacinamiento). La estrategia de pool testing (análisis conjunto de varias muestras), puede ser una alternativa de bajo costo y de alto alcance muy útil para detectar contagios en grupos relacionados. La evidencia también sugiere combinar PCR con test de inmunidad en zonas de mayor riesgo.

Sin embargo, hay que tener en consideración que las pruebas existentes no son perfectas. El test PCR detecta como sanas a entre 1 a 4 de cada 10 personas que se encuentran enfermas (10 a 40% de falsos negativos). Por lo tanto, se plantea complementar los diagnósticos de quienes son pacientes de mayor riesgo o presentan síntomas y estuvieron en contacto con algún infectado o con un contacto estrecho (casos probables), pero obtuvieron un PCR negativo. Para ello se puede usar un doble testeo de PCR o test de inmunidad. En caso de que ello no se realice, parece prudente mantener el aislamiento, lo que no se exige actualmente para casos probables con PCR negativa. Aumentar el nivel de testeo es necesario, pero requiere considerar los desafíos que las pruebas diagnósticas plantean.