El Mercurio, 5 de enero de 2014
Opinión

En búsqueda de la inclusión

Sergio Urzúa.

Existe consenso: el modelo educacional chileno es segregado y poco inclusivo. Las razones que explican la situación son múltiples y complejas. No hay balas de plata ni modelos a seguir para solucionar el problema. Chile debe encontrar su propio camino para asegurar la igualdad de oportunidades desde la cuna.

Esta visión no es del todo compartida. Algunos expertos han utilizado a los países nórdicos como paradigmas a imitar. Estos, sin duda, representan casos interesantes, pero siempre he considerado que sus virtudes tienden a ser exageradas, y sus lecciones son difíciles de extrapolar a nuestra realidad. Mi intuición fue confirmada hace unas semanas en un seminario de educación organizado por la OCDE. Al evento asistían técnicos y policy makers de algunos de esos países «modelos». Mis expectativas eran altas. Esperaba ser convencido de que mi crítica visión estaba equivocada. No fue el caso. De hecho, comprobé que la inclusión es un problema también entre los casos exitosos.

Finlandia, por ejemplo. El país ha visto caer sistemáticamente sus puntajes en las pruebas PISA. ¿Qué pasó con el «mejor sistema educacional del mundo»? No está del todo claro, pero algunos especialistas han comenzado a preguntarse si la mayor diversidad entre los estudiantes explica la tendencia. En los últimos 20 años, la igualitaria nación ha visto aumentar en forma significativa el número de extranjeros residentes, lo que ha implicado un mayor número de estudiantes inmigrantes.

¿Quizás el idioma? Poco probable, pues muchos estudiantes son de segunda generación de inmigrantes. Como sea, el fenómeno parece estar complicando el proceso educativo en la hasta hace poco homogénea aula finlandesa. De hecho, según una encuesta realizada en 2011, el 40% de los profesores estaría de acuerdo en limitar el número de estudiantes de origen distinto al finés en las salas de clases. ¿Se los imagina enseñando en Chile?

Una situación similar parece también explicar los avances de Noruega relativos a la vecina Suecia. El histórico dominio en PISA del segundo respecto del primero parece haber llegado a su fin. ¿La razón? La mayor diversidad en los colegios suecos, producto de cambios en las leyes migratorias en las últimas décadas.

Paradójicamente, si algo hemos aprendido recientemente de los países nórdicos, es que el proceso educacional se hace más complejo a medida que aumenta la diversidad. ¿Cuán importante es esto para Chile? Difícil saberlo, pero hay que estar preparados. No solamente debemos avanzar hacia un sistema que aparezca inclusivo en el papel. Tenemos que trabajar para que la sala de clases acoja efectivamente la diversidad.