El investigador del CEP estima que hoy “no hay espacio para reparto”, porque «cualquier distribución intergeneracional va a recaer en las futuras generaciones, de forma que las va a dejar peor incluso que las generaciones actuales». Cree que primero hay que tener información respecto al segmento de actuales pensionados donde se quiere focalizar la ayuda, la cual debe ser financiada con impuestos generales y, si faltan recursos, destinar cotización a modo de préstamo.
Fue en enero de este año cuando la Superintendencia de Pensiones y la Dipres publicaron el informe sobre las tasas de reemplazo que hay en el país, actuales y futuras, con proyecciones bajo distintos escenarios. Ese estudio fue coordinado por el economista y asesor del gobierno para la reforma previsional, Cristóbal Huneeus, y contó con colaboración de tres expertos: Rodrigo Vergara, Gabriel Ugarte y Paula Benavides.
Por eso mismo, Ugarte tiene claro el diagnóstico previsional que hay en el país, y en base a eso acá plantea las que a su juicio serían las mejores soluciones.
El investigador del CEP cree que es muy necesario sacar pronto una reforma previsional, principalmente por tres motivos. Primero, “porque necesitamos aumentar la cotización, porque las pensiones son bajas, necesitamos aumentar el ahorro sí o sí. Dos, porque ya llevamos dos reformas fallidas, y el mensaje que mandaría una tercera reforma fallida no sería bueno. Y tres, cada vez que nos vamos retrasando con este tema, significa que en un tiempo más, como las pensiones no van a haber mejorado, el Estado se va a tener que poner con más recursos. Entonces, dada la necesidad de un acuerdo, y en el caso que acotando los beneficiarios no alcance con impuestos generales, creo que sí se puede ir con un préstamo”, plantea.
– ¿Qué le parece la nueva fórmula que dio a conocer el gobierno a los senadores sobre distribución del 6% de cotización adicional?
Todavía faltan muchos detalles. En este momento siento que estamos más que nada frente a titulares y se necesita mucha más información para poder hacer un juicio y una evaluación profunda de lo que se está proponiendo. Una de las cosas que ha sido más positiva de todo este proceso en el Senado, ha sido este foco que se le ha dado a la parte técnica, con la comisión técnica. Obviamente no se ha llegado a todos los acuerdos, pero al menos siento que ahora podemos decir que tenemos un diagnóstico consensuado, compartido, transversal.
– ¿Cuál es el diagnóstico?
Veo dos principales conclusiones de esta comisión técnica. La primera, tiene que ver con las pensiones actuales, donde el diagnóstico que tenemos es que las tasas de reemplazo de los pensionados actuales son relativamente altas si las comparamos con otros países, esto es, qué tanto representa la pensión respecto del salario. Es difícil compararse, porque las metodologías son distintas, pero más o menos estamos hablando de que en la mediana la pensión está un poco por sobre el 60% del salario para los pensionados actuales. Pero ahí mismo también se vio, y esto lo menciona la comisión, de que efectivamente hay grupos que tienen tasas de reemplazo del 50%, incluso inferiores.
– ¿Y cuál es la segunda conclusión?
Ahí es donde yo creo que se ha hecho menos énfasis, y donde hay todavía más trabajo por hacer, que es qué pasa con los futuros jubilados. El dato que está en este estudio de tasas de reemplazo que publicó la Superintendencia de Pensiones en conjunto con la Dipres, es que si hoy día incluso todo este 6% se va a cuentas individuales, las tasas de reemplazo de los futuros jubilados son prácticamente las mismas que las de los jubilados actuales. ¿Y qué significa eso? En el fondo, significa que no hay espacio para reparto, porque si tú llegas a quitarles parte de esa cotización, cualquier distribución intergeneracional va a recaer en las futuras generaciones, de forma que las va a dejar incluso peor que las generaciones actuales. Y eso no lo podemos hacer.
Al final, hoy día queremos ayudar a los sectores medios y medios altos, porque tienen unas tasas de reemplazo bajas comparativamente, pero si hacemos la redistribución son justamente estos sectores medios y medios altos del año 2070, en 40 años más, los que se van a ver más afectados, incluso van a estar en desmedro respecto a la situación que tienen los pensionados actuales.
– ¿Pero hay que mejorar igualmente las pensiones de los actuales jubilados, o en realidad solo hay que enfocarse en los futuros?
Hay un problema actual y eso no se puede desconocer, que está enfocado en estos grupos que ya sabemos que son especialmente mujeres y sectores medios, que también se pueden identificar, como lo indica la comisión, como personas con mayor cotización. En el fondo, la PGU genera que a mayor nivel de cotización, las tasas de reemplazo son más bajas. Entonces, hay un problema, y la pregunta es cómo hacerse cargo. ¿Y ahí cuál es el first best, o la mejor opción? Bueno, usemos impuestos generales, porque esa es la forma que tenemos de hacer solidaridad cuando uno tiene una visión completa de la sociedad. Porque cuando haces solidaridad solo dentro de los trabajadores, es más, solo entre los trabajadores formales, en el fondo es una visión muy reducida. En realidad hay que tener una visión más general, ver dónde están todas las necesidades, e ir definiendo dónde poner más esfuerzo en la redistribución. Ahora, la pregunta es si alcanza o no con ese first best. Nosotros sabemos que se liberaron algunos recursos, porque se iba a aumentar la PGU del 90% al 100%, pero ya no, entonces se liberan esos recursos.
– ¿Y si faltan recursos entonces qué?
Al menos desde que empecé a estudiar esta reforma de pensiones, los beneficios a entregar se han mantenido prácticamente constantes desde el inicio. La garantía, que es el principal beneficio (que propone el gobierno), de 0,1 UF por año cotizado, ha estado siempre (…) La información nueva que nos entrega la comisión, es que hay que hacer un ejercicio de ver dónde hay que focalizar, dónde están las necesidades más urgentes, que ya más o menos sabemos (dónde están) en base a lo que nos dijo la comisión. Entonces, yo creo que un mensaje importante que hay que transmitir es que necesitamos tener la información, porque no están los datos de cuántos son (…) Creo que eso es importante: el universo de ayuda se puede acotar. Y necesitamos hacer eso porque vemos que es muy poco lo que podemos sacar del futuro, prácticamente nada.
– ¿Pero políticamente es viable realmente hacer solidaridad solo con impuestos generales, o hay algún mecanismo de solidaridad que se pueda introducir para que se pueda llegar a un acuerdo?
El first best es impuesto generales. Ahora, si después de acotar la ayuda en los actuales pensionados, al universo que efectivamente lo necesita más, nos damos cuenta de que con impuestos generales no alcanza, ahí vemos el tema del préstamo, que sería el second best. Y sería un second best que también tiene que ver con destrabar esta reforma de pensiones que es tan necesaria. Desde mi perspectiva, el préstamo parece una solución razonable, siempre que sea más acotado de lo que se está proponiendo hoy día, y asegurándonos que cumpla una serie de condiciones que nos den seguridad de que efectivamente ese préstamo se va a devolver. Y, gracias a que es un préstamo, en el fondo no estamos subiendo las pensiones de hoy a costa de las del futuro.
– ¿Cómo debería ser ese préstamo?
Ese préstamo necesita cumplir una serie de requisitos para que sea una alternativa razonable. Uno, que sea un instrumento financiero, tal cual como hoy día las AFP invierten en instrumentos financieros, que tenga una rentabilidad acorde a su riesgo. Y dado que este instrumento no va a tener como garante al Estado, sino que va a tener como garantía un fondo, que es este fondo de acumulación, se necesita que este fondo sea sustentable, información que no tenemos hasta ahora; y que la gobernanza de este fondo sea completamente técnica. Otra característica del préstamo es que tiene que ser transitorio.
Pero yo agregaría dos cosas más. Una es que hay que asegurar de alguna forma los recursos que el Estado va a poner en este fondo. Hoy día entiendo que no están, porque dependen de una reforma del pacto fiscal, y dependen también de las necesidades futuras. Hoy no tenemos datos, pero análisis simples de la sustentabilidad este fondo muestran que sin los recursos fiscales no es sustentable, lo que significa que eso que te prometen que va a entregar este fondo a estas personas que están obligadas a dar este préstamo, no te lo van a devolver. Y el otro tema es cómo blindar este fondo, porque yo creo que siempre va a estar el incentivo, y lo vemos en pensiones diariamente ahora con el tema de los retiros, por ejemplo. Entonces, blindarlo para que no se afecte su sustentabilidad, porque estas 0,1 UF van a ser 0,1 UF por los próximos 20 o 40 años, y los salarios claramente crecen más que la UF. Entonces, puede que genere cierto incentivo a que eventualmente se quiera aumentar. Pero eso a costa de la sustentabilidad del fondo.
– ¿Y qué le parece la cotización de 1% que se da para el bono tabla?
En el bono tabla hay un consenso transversal de que tiene que estar. De hecho, la misma comisión dice que sea con la cotización. Pero eso cuesta mucho menos de lo que dice el gobierno. Lo que uno escucha ahora es que es alrededor de la mitad. Leyendo distintos artículos se ven valores muy distintos. Pero si uno mira el informe de sustentabilidad de la Dipres, el que se hizo inicialmente, es mucho menos, 0,2%. Entonces, ahí yo creo que se requiere mucha más información respecto de cuál es correctamente el costo. Eso necesitamos saberlo.
– ¿Algún otro tema que falte incorporar en el debate?
El tema de la edad de la jubilación es como un elefante en la sala. Nosotros somos el país que tiene de las menores edades de jubilación, uno de los pocos países que tienen diferencia entre (la edad de jubilación de) hombres y mujeres. Tampoco esto se trata de elevar la edad de jubilación para los (pensionados) que vienen ahora. De hecho, si queremos hacer algo, tiene que ser muy gradual. Lo óptimo sería que quede parametrizado en base a la esperanza de vida. Hoy día tenemos una edad de jubilación muy por debajo de la OCDE, y con una esperanza de vida a partir de los 65 años prácticamente muy similar a los países de la OCDE.
La otra cosa que yo creo que tampoco está en la discusión, es un tema del mercado laboral, la informalidad. Es lo mismo que decía el economista principal de la Unidad de Pensiones de la OCDE, Pablo Antolín, que no le puedes pedir al sistema de pensiones que se haga cargo de la desigualdad del mercado laboral, que es un poco también este tema de la solidaridad intergeneracional.
Por: Mariana Marusic.