- La reciente modificación del período presidencial trae consigo la pérdida de la simultaneidad entre las elecciones presidenciales y parlamentarias, cuyas consecuencias es conveniente analizar.
- No existiendo simultaneidad, los partidos tienden a mejorar su propia situación electoral por sobre las de su coalición, especialmente si se acercan elecciones presidenciales, para así obtener la candidatura presidencial u otras ventajas.
- Asimismo, se hace más difícil para el gobernante obtener una mayoría parlamentaria que le permita llevar a cabo sus políticas. El estudio comparado demuestra la disminución gradual del apoyo al gobierno cuando las elecciones se realizan en épocas más alejadas de su comienzo.
- Los próximos presidentes chilenos tendrán, arbitrariamente, ventajas y desventajas de acuerdo a si les corresponden elecciones parlamentarias simultáneas, al comienzo de su período o al final de éste.
- Estudios recientes han comprobado la tendencia de los gobiernos a intervenir en los ciclos económicos al aproximarse un período electoral, para obtener ventajas políticas. La existencia de un menor número de elecciones disminuye la posibilidad de estas intervenciones.
- Es conveniente revisar estos temas, a fin de evitar las consecuencias negativas de la no simultaneidad, realizando reformas a los mandatos parlamentarios para restablecerla.
- Sin embargo, el tema no forma parte de la agenda de reformas legislativas enviadas recientemente al Congreso por el Ejecutivo.