- Los mercados financieros de corto plazo y los mercados de crédito han continuado normalizándose, y los precios de activos siguen aumentando. Sin embargo, todavía no hemos recuperado los niveles de actividad, empleo y exportaciones que había antes de la crisis. Es probable que las altas tasas de desempleo persistan durante varios años.
- Los mercados de crédito de corto plazo se han estabilizado y muestran un comportamiento normal, tanto en niveles de precios como en volatilidad, y los mercados de bonos han mejorado notablemente. Los mercados accionarios han mostrado buenos rendimientos gracias a la recuperación económica, las bajas tasas de interés internacionales y un mayor apetito por riesgo. Los más beneficiados han sido los de países emergentes, los que también han experimentado presiones a la apreciación de sus monedas.
- La industria financiera continúa con problemas. Las restricciones crediticias han disminuido en el margen, pero siguen siendo uno de los principales obstáculos a una recuperación más rápida. Los segmentos más afectados son los créditos de consumo, créditos a Pymes y créditos a propiedades comerciales.
- El crecimiento mundial sigue siendo liderado por el mundo emergente. Buena parte de la recuperación se explica por la reversión del ciclo de inventarios y las políticas monetarias y fiscales extraordinarias implementadas durante la crisis.
- Si bien las proyecciones de crecimiento mundial para el 2010 han aumentado sostenidamente, siguen existiendo factores de riesgo que ponen en duda la fuerza, fortaleza y sustentabilidad a mediano plazo de la recuperación. Uno de los factores de riesgo es el retiro prematuro de los planes de estímulo implementados durante la crisis. Adicionalmente, hay dudas sobre qué ocurrirá cuando el ciclo de inventarios se normalice.
- La inflación subyacente se ha mantenido muy baja a nivel internacional dado el alto desempleo y las brechas de capacidad, pero la inflación medida ha comenzado a aumentar impulsada por el alza en los precios internacionales de combustibles, alimentos y materias primas. Esto se ha dado especialmente en países emergentes.
- En el trimestre terminado en noviembre la economía chilena creció a una tasa anualizada del 4,3% con respecto al trimestre móvil anterior, impulsada principalmente por la recuperación internacional y las políticas macroeconómicas contra-cíclicas. En particular, se nota una mejora en la demanda interna y en los indicadores de confianza. Es probable que la recuperación se intensifique en los próximos meses. Las proyecciones de crecimiento para el 2010 están entre 4,2%-5,5%, y lo más probable es que termine en torno al 5%.
- La tasa de desempleo se mantiene alta, por sobre el 9%, pero ha bajado sostenidamente en los tres últimos trimestres móviles. La composición del empleo se ha deteriorado, sin embargo, con una mayor proporción de empleos por cuenta propia, que suelen ser precarios.
- La inflación subyacente se mantiene muy baja, en parte por la apreciación del peso y las holguras de capacidad. El IPC cerró el año con una caída anual de 1,4%. Al igual que en otros países emergentes, el aumento en precios internacionales ha reducido el ritmo de caída de la inflación medida, pero igual es probable que tome tiempo en volver a niveles del 3%. Lo más factible es que la normalización de la política monetaria no empiece antes del tercer trimestre de este año. Las proyecciones de inflación para el 2010 están entre 2,5%-3,1%, y lo más probable es que termine entre 2,0 y 2,5%.