N° 483, junio 2018
Puntos de Referencia
Economía
Relaciones internacionales

El momento económico internacional y nacional. Junio 2018

Rodrigo Vergara M..

A pesar de las buenas cifras de actividad de nuestro país, este repunte de la economía está dado por factores cíclicos relacionados con la economía internacional y no por cambios estructurales.

Si bien se mantienen indicadores positivos con respecto a la economía mundial, han surgido algunas señales que podrían implicar una moderación de este ciclo expansivo. En efecto, mientras hasta hace poco se hablaba de un crecimiento fuerte y además sincronizado, en el sentido que abarcaba prácticamente todas las regiones del mundo, durante el primer trimestre el PIB de Japón cayó y el de la Zona Euro creció menos que lo previsto. Se acrecientan, por otra parte, los riesgos de proteccionismo en el mundo desarrollado. A su vez, la salida de capitales de países emergentes pone a algunos de ellos, como Turquía, Brasil y Argentina, en una situación de mayor vulnerabilidad.

Estados Unidos, en contraposición, mantiene un sólido crecimiento. La inflación también ha repuntado en este país lo que, de profundizarse, podría llevar a un alza de las tasas de interés por parte de la FED más rápido de lo esperado, con el consiguiente riesgo para el mundo emergente.

Vuelven a surgir ciertas dudas sobre aquellas economías emergentes que han aumentado en forma considerable su endeudamiento en moneda extranjera. Ello es particularmente cierto en el sector corporativo y en aquellos países en que dicha deuda no tiene cobertura cambiaria.

Chile experimentó un importante repunte el primer trimestre. El Imacec de abril, por su parte, aumentó un 5,9% anual, lo cual constituye la mayor expansión de dicho indicador desde el año 2012. La velocidad del crecimiento (trimestre a trimestre desestacionalizado) es también elevada, lo que evidencia una expansión significativa en el margen. Estas cifras son importantes porque sugieren que el elevado crecimiento que muestra este año la economía, estaría asentado en bases más sólidas que simplemente un repunte minero y bajas bases de comparación.

A pesar de las buenas cifras de actividad de nuestro país, este repunte de la economía está dado por factores cíclicos relacionados con la economía internacional y no por cambios estructurales. Al mismo tiempo, sigue siendo válido que el crecimiento de la economía para el segundo semestre de este año sería más bajo.

Por cierto el dinamismo es bienvenido, pero como es habitual trae el riesgo de complacencia si se malinterpreta como un cambio estructural más que cíclico. Un segundo riesgo para nuestra economía dice relación con los riesgos globales antes mencionados y que podrían revertir o moderar el favorable escenario externo que hoy enfrenta Chile. La inflación, por su parte, se ha mantenido baja, pero se espera que comience a moverse gradualmente hacia la meta de 3%.

Finalmente, la situación fiscal es delicada producto del fuerte incremento del gasto público de los últimos años. La moderación del gasto fiscal sigue siendo uno de los principales desafíos que enfrenta el actual gobierno.