N° 332, mayo 2011
Puntos de Referencia
Economía
Relaciones internacionales

El momento económico internacional y nacional. Mayo 2011

Vittorio Corbo.

La recuperación de la economía mundial continúa, pero con tensiones importantes. Los países desarrollados están creciendo, pero a una velocidad inferior que durante recuperaciones de crisis anteriores. Esto es de esperarse considerando la magnitud del daño que sufrió el sistema financiero durante la crisis, y la serie de shocks negativos que la han seguido: inestabilidad política en el Medio Oriente y Norte de África (MENA), fuertes alzas en los precios de productos primarios, un fuerte terremoto en Japón y el riesgo de contaminación nuclear, y problemas en las finanzas estatales de los países periféricos de la Zona Euro.

EE.UU. está lidiando con un alto nivel de desempleo y un conflicto político por las finanzas del gobierno, tanto en el corto plazo como en reformas necesarias para el largo plazo. Su crecimiento para este primer trimestre del 2011 fue 1,8% en términos anualizados, por debajo del ritmo que demostró durante el 2010.

La Zona Euro, por su parte, está mostrando un crecimiento sustancialmente más fuerte –Alemania creció 6,1% anualizado y Francia 3,3%; la Zona Euro como un todo creció 3,3% anualizado– pero está expuesta a problemas de endeudamiento en sus países periféricos que, lejos de desaparecer, se agrava mientras más tiempo pasa sin que se dé una solución real.

Japón, debido al terremoto y el alza en precios de productos primarios, tuvo un crecimiento de -1% anualizado. El daño que sufrió la principal economía del Asia ha generado disyunciones en las cadenas productivas de otros países, pero Japón dispone de los recursos y la voluntad para tener una reconstrucción rápida.

El mundo emergente crece rápidamente –y paradójicamente–, ese es su mayor problema. El agotamiento de su capacidad productiva junto a las alzas en precios de productos primarios está llevando a aumentos en la inflación, necesitando que las autoridades macroeconómicas implementen políticas restrictivas para evitar un sobrecalentamiento económico.

La economía chilena también crece con fuerza, impulsada por buenas condiciones internacionales, un alto precio del cobre, políticas macroeconómicas que todavía son expansivas, y un alto dinamismo interno. Es destacable la recuperación del sector construcción, que había permanecido rezagado después del fin de la Gran Recesión. El crecimiento este primer trimestre fue 6,5% anualizado, y se espera que la economía crezca en torno a esta cifra para el 2011 como un todo.

Los riesgos más importantes son de carácter internacional: mayores problemas de estabilidad en MENA, mayores alzas en precios de productos primarios, un recrudecimiento de los problemas de Grecia, Portugal o Irlanda, y en los países emergentes, presiones inflacionarias mayores a las esperadas que fuercen la implementación de políticas macroeconómicas aún más restrictivas.