N° 339, noviembre 2011. Edición online
Puntos de Referencia
Economía
Relaciones internacionales

El momento económico internacional y nacional. Noviembre 2011

Vittorio Corbo.

En los últimos dos meses la crisis de deuda en Europa se ha intensificado impactando la solvencia de su banca y aumentando peligrosamente el costo del financiamiento de Italia, poniendo en riesgo la existencia misma de la Zona Euro. Los intentos de los líderes europeos y de la comunidad internacional por controlar una crisis que amenaza la estabilidad no sólo de Europa sino que también de la economía mundial han sido infructuosos. El plan del 27 de Octubre no contuvo los ingredientes suficientes para abordar los problemas de liquidez de economías solventes pero ilíquidas como Italia y España.

El poco avance en el control de la crisis produjo que en las últimas semanas regresaran las tensiones y la volatilidad a los mercados financieros. La conformación de gobiernos reformistas en Italia y Grecia abren una corta ventana de oportunidades para que la Zona Euro haga un último esfuerzo por controlar la crisis. Se requiere ahora en forma urgente acciones encaminadas a evitar que los aumentos en el costo de financiamiento de Italia terminen transformando sus problemas de liquidez en problemas de solvencia con efectos insospechados en su banca, su crecimiento económico y la expansión de la economía mundial.

Para esto, además de las reformas en Grecia e Italia supervisadas por el FMI, el camino más aconsejable sería una acción más decidida del BCE, apoyado por Alemania y Francia, comprando bonos de la facilidad financiera ya creada, la EFSF, y anunciando un gran programa de compra de bonos de los países con problemas. Esto enfrenta dificultades dada la fuerte oposición que ha mostrado la Canciller Merkel. Además, para evitar la contracción del crédito se necesitará complementar la creación del súper fondo con un programa de garantías pan-europeas a las emisiones de deuda bancaria por los bancos de la región.

La salida de esta crisis no tendrá un camino fácil y está llena de riesgos: (1) que la crisis griega termine en un default desordenado desatando una crisis bancaria en Grecia con efectos en el sistema financiero global; (2) que se fracase en movilizar un nivel adecuado de recursos para el súper fondo, especialmente por renunciar a utilizar al BCE como un lender of last resort o para descontarle instrumentos al EFSF, y (3) que los gobiernos con problemas, particularmente Italia, sean incapaces de implementar programas de ajuste orientados a fortalecer las cuentas fiscales y remover los obstáculos al crecimiento.

Para América Latina es muy importante lo que pase con China y ahí las noticias son más positivas. Esta economía, al igual que la de la India, mostraba señales claras de sobrecalentamiento, lo que dio origen a una serie de medidas monetarias y crediticias para reducir su crecimiento. Sus autoridades están preocupadas de asegurar que la desaceleración, atendida la nueva realidad europea, no vaya más allá de lo que es necesario para controlar su sobrecalentamiento. Además, este país tiene suficiente espacio para sustituir la desaceleración del crecimiento de sus exportaciones con un mayor dinamismo del consumo interno.

Las perspectivas de la economía chilena apuntan, en mi escenario central, a un crecimiento del PIB de 2011 que se ubicará en la parte superior del rango del 6 al 6,5 por ciento y para el 2012 de 4 por ciento con sesgo a la baja. En todo caso, si se intensifica el deterioro del entorno externo, el crecimiento del 2012 sería bastante menor al 4%. Los sectores más dinámicos serán el comercio, los servicios financieros y la construcción. Por su parte, la inflación anual a diciembre debiera cerrar en torno al 3,7% este año y en la parte baja del rango del 3 al 3,5% el año próximo. El riesgo para la inflación del próximo año está en los aumentos que experimenten los salarios en un mercado laboral donde las holguras ya han desaparecido.