N° 354, noviembre 2012. Edición online
Puntos de Referencia
Economía
Relaciones internacionales

El momento económico internacional y nacional. Noviembre 2012

Vittorio Corbo.

La crisis europea se ha estabilizado en los meses recientes, como resultado de tres factores: (1) las señales de apoyo a los países con dificultades, de los países más sólidos de la Unión Europea (UE), especialmente del subgrupo que conforman la Unión Monetaria Europea (UME); (2) el progreso en el diseño y la implementación de reformas para fortalecer la solvencia fiscal en España e Italia; y (3), tal vez lo más fundamental, el decidido apoyo del Banco Central Europeo a la UME.

Sin embargo, a pesar del progreso logrado, aún quedan muchos escollos que evitar para crear las condiciones necesarias y así dejar la crisis atrás y retomar la senda del crecimiento sostenido. Estos escollos incluyen: la implementación de reformas pro-crecimiento en España e Italia, que faciliten la negociación de programas de apoyo con la CE, financiados con los fondos de rescate ya creados; que los países afectados por la crisis mantengan el apoyo interno a los severos programas de ajuste, que están obligados a implementar para salir de la crisis; que Alemania, Holanda y Finlandia estén dispuestos a pagar los costos políticos internos, asociados a la aprobación de los programas de rescate; establecer la supervisión bancaria y dar pasos adicionales para la creación de una verdadera Unión Bancaria; y cumplir con el compromiso acordado, acerca del uso de los fondos de rescate para capitalizar directamente a la banca, sin pasar por el soberano, previa negociación de un programa de restructuración bancaria.

En esta perspectiva, no sorprende que el reciente informe del FMI corrigiera a la baja las proyecciones de crecimiento mundial para este año y el próximo, y que señale que, el principal riesgo a la estabilidad financiera y al crecimiento global, es un deterioro de la crisis europea, seguido por el riesgo del precipicio fiscal en los EE.UU., si no se llega a un acuerdo entre el Congreso y el Ejecutivo sobre un programa de ajuste fiscal, de mediano plazo, que enfrente los crecientes déficits generados.

No obstante, recientemente la estabilización de la situación europea, las medidas expansivas de bancos centrales de países avanzados y las políticas más expansivas en China y Brasil -después de que ambos lograran controlar el excesivo crecimiento del crédito- han contribuido a estabilizar el crecimiento mundial.

Con todo, las proyecciones apuntan a un crecimiento de la economía mundial en torno al 3,1% el año 2012 y al 3,4% el 2013, en paridad de poder de compra. Estas proyecciones suponen, en promedio, que la crisis europea continúa controlada y que EE.UU. evita el precipicio fiscal, con un ajuste de las cuentas públicas no superior al 2% del PIB, en lugar del ajuste automático de más de 4% del PIB.

Por su parte, a pesar de la crisis externa, la actividad y la demanda interna de Chile han mantenido un alto dinamismo durante el año, apoyadas por condiciones financieras favorables, alto crecimiento de la masa laboral y buenos términos de intercambio. No obstante, se observa una mayor desaceleración en la producción de manufacturas, producto de la caída del crecimiento de Brasil y de Europa. Más aún, el crecimiento del empleo comienza a perder dinamismo, ahora que la economía está cerca del pleno empleo, así como también, el crecimiento de las colocaciones reales se debilita, afectado por una actitud más cauta de oferentes y demandantes de crédito.

Mi escenario central para Chile el 2012 es de un crecimiento del PIB sobre el 5% y una inflación a diciembre en torno al 2%. En el 2013, los efectos del deterioro en el entorno externo se comenzarán a sentir, especialmente, a través de precios y volúmenes exportados, lo que resultaría en un crecimiento entre 4 y 5% y en inflación a diciembre en torno al 3%.