El objetivo de la investigación «Redistribución intergeneracional en la propuesta de reforma al sistema de pensiones» es analizar los efectos redistributivos del beneficio de la garantía con solidaridad intergeneracional que plantea la reforma de pensiones, en conjunto con el impacto de la PGU.
- El principal mecanismo de redistribución intergeneracional que contempla el proyecto de pensiones presentado por el Ejecutivo, que permite un aumento de las pensiones actuales, es la llamada “garantía”. Este subsidio equivale a 0,1 UF por año cotizado, y se entrega de forma íntegra a los actuales pensionados. Para los futuros jubilados bajo el nuevo sistema, se financia la diferencia entre dicho monto y la pensión contributiva proveniente del seguro social.
- En las próximas cuatro décadas la garantía corresponderá a alrededor del 90% de todos los beneficios contemplados en el proyecto de reforma (los otros corresponden a beneficios diseñados para reducir brechas de género). Se espera que beneficie a más de cinco millones de personas en su peak alrededor del año 2060.
- Una de las críticas que se le ha hecho a este mecanismo es que beneficia a los jubilados de mayores rentas, que fueron los que más años cotizaron y, por lo tanto, los que tienen mayores pensiones. Como contrapartida a esto, se argumenta que con la Pensión Garantizada Universal (PGU) las tasas de reemplazo de los segmentos de menores ingresos subieron significativamente, mientras que la de los sectores medios y medio altos quedaron rezagadas.
- El objetivo de este trabajo es analizar los efectos redistributivos del beneficio de la garantía con solidaridad intergeneracional que plantea la reforma de pensiones, en conjunto con el impacto de la PGU. Dado que la garantía se financia con las cotizaciones de los trabajadores, es relevante comparar el impacto que tiene tanto en la población beneficiada —los pensionados que realizaron contribuciones de seguridad social— como la que financiará esta política —los trabajadores que cotizan.
- Se observa que los beneficiarios de la garantía son principalmente los pensionados actuales hombres de ingresos medios y medio altos. En términos de tasas de reemplazo, la garantía significará aumentos entre 5 y 15 puntos porcentuales respecto de la situación actual, beneficiando en mayor medida a los hombres.
- Dado que parte de la cotización adicional se utilizará para pagar el beneficio de la garantía, se espera que las tasas de reemplazo de los futuros pensionados sean menores que en un escenario sin este subsidio. En nuestros cálculos se observa que el pago de la garantía disminuye las tasas de reemplazo de los futuros pensionados en hasta siete puntos porcentuales, especialmente en los grupos de menores y mayores ingresos.
- Al analizar el efecto conjunto de la garantía y la PGU, ambos beneficios intergeneracionales, se observa que estos dos subsidios tienen un efecto positivo en los pensionados actuales, pero para los futuros jubilados el efecto neto puede ser incluso negativo. Es notorio el caso de los trabajadores con ingresos sobre los $1,3 millones, que dejan de recibir la PGU debido a que esta no crece en términos reales, y por tanto solo experimentan una disminución en sus tasas de reemplazo debido al financiamiento de la garantía. Esto se suma a que justamente son estos trabajadores los que tienen las menores tasas de reemplazo, cercana al 47% en un escenario con garantía.
- En este contexto, se sugiere atenuar el beneficio de la garantía para los actuales pensionados, de modo de lograr un mayor equilibrio entre actuales y futuros pensionados.
