Nº 196, marzo 1998.
Puntos de Referencia
Educación
Políticas públicas
Trabajo

Remuneraciones de los profesores en Chile

Patricio Rojas.

La revisión de los distintos regímenes de empleo a los que han estado afectos los docentes en Chile y la trayectoria particular que han mostrado sus remuneraciones durante los últimos 27 años, permiten entender en mejor medida el porqué las negociaciones laborales entre el profesorado y el gobierno se han visto, desde algún tiempo, acompañadas de un grado de conflicto importante.

Durante los sesenta y los primeros años de los setenta la tendencia seguida por las remuneraciones de los docentes no fue muy distinta de la exhibida por el promedio de la economía. Sin embargo, a partir de 1974 y hasta 1990, las remuneraciones reales del magisterio exhibieron un significativo deterioro, situación que no se habría reflejado en igual magnitud para el promedio de las remuneraciones de la economía. Esta situación habría ubicado el nivel de remuneraciones del profesorado en 1990 a niveles no sólo por debajo de las exhibidas durante los primeros años de los setenta y ochenta sino que inferiores a las observadas durante 1960.

La actual política de remuneraciones del magisterio ha conducido a que las remuneraciones promedio de los docentes se hayan incrementado sostenidamente desde 1990. Este incremento real se ubica muy encima del exhibido por el promedio de los sueldos de la economía chilena. Las remuneraciones reales promedio de la economía se han incrementado en alrededor de 35% en el período 1990-97 mientras que las de los docentes lo han hecho en 99% en igual período. En 1997, un docente con 20 años en el servicio, con un nivel de capacitación promedio, habría recibido una remuneración bruta total en torno a los $ 440.000 para una ¡ornada de 44 horas semanales.

La remuneración real promedio de un docente en 1997 se ubicaría algo por debajo de la observada en 1960 para una misma ¡ornada. Es decir, el incremento real de 100% que han exhibido las remuneraciones de los docentes durante los noventa ha permitido que los profesores recuperen sólo los niveles observados a principios de los sesenta.

La remuneración promedio de un docente con 20 años de servicio es casi la mitad de la remuneración de un instructor de deportes en el sector privado y algo menos de lo que gana un maestro carpintero o un gásfiter.

En este contexto, las recomendaciones de política pueden ser agrupadas en las siguientes: i) lograr que las mejoras salariales se realicen cada vez más sobre la base de la habilidad y el desempeño de los docentes; ii) asignar un porcentaje adicional del presupuesto a cada establecimiento (por ejemplo un 5% de la planilla) para ser usado en el pago de remuneraciones; iii) la creación de una carrera docente y que se remunere de acuerdo a ella, ya sea mediante implementar distintos grados de profesor o de pagos diferenciados dependiendo de la asignatura enseñada; y iv) evaluar la posibilidad de reducir el número de años de estudio de la carrera de profesor de educación general básica.