En 1997 publicamos un artículo titulado «Una reforma tributaria para el crecimiento», en el que proponíamos una serie de cambios al sistema tributario chileno, con el objetivo de hacerlo más eficiente y así promover el crecimiento. El propósito de este art ículo es hacer una revisión de dicha propuesta, pero concentrándonos casi exclusivamente en modificaciones al impuesto a la renta.
En términos muy simples nuestra propuesta actualizada es (a) reducir la tasa marginal máxima del impuesto a las personas a 20%, sin cambiar los tramos, (b) reducir a 10% el impuesto sobre las utilidades reinvertidas de las empresas, (c) aumentar a 20% el impuesto sobre las utilidades repartidas de las empresas, (d) eliminar el artículo 57 bis de la ley de impuesto a la renta, (e) eliminar el reintegro simplificado a las exportaciones, (f) estudiar la simplificaci ón del impuesto a la renta eliminando ciertas franquicias, beneficios y tratamientos distintos, muchos de los cuales pierden sentido con un sistema de impuesto a la renta con tasas relativamente bajas como el aquí propuesto.
Los supuestos utilizados en relación al crecimiento del PIB y la elasticidad tributación a PIB son los mismos que ha utilizado el Ministerio de Hacienda. Se concluye que el costo de implementar esta propuesta en forma inmediata es de 0,7% del PIB. Si se hace en forma gradual el costo en el primer año es sólo de 0,3% del PIB y, debido al efecto crecimiento, el efecto máximo en relación a la recaudación esperada en el año 2001 sin reforma, se produce en el año 2003 y es de 0,6% del PIB.
En cuanto al financiamiento de la propuesta se proponen las siguientes opciones: (i) hacer la reforma en forma gradual, (ii) disminuir temporalmente (por tres años) el aumento esperado del gasto público en un punto porcentual, (iii) relajamiento transitorio del superávit estructural de 1% del PIB, (iv) eliminación de franquicias tributarias, (v) aumento del IVA en un punto porcentual.