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Los ahorros y las pensiones

Álvaro Cordero B..

Los ahorros y las pensiones

Es imposible negar la difícil realidad que enfrentan muchos pensionados, pero la experiencia muestra que permitir el retiro de los fondos les haría un flaco favor.

El caso de una profesora que pide sacar sus ahorros previsionales para pagar los dividendos de su casa ha sido muy discutido en los últimos días. Sin dejar de lado la complejidad de esta y muchas otras realidades, es importante debatir con rigurosidad al respecto.

Lo primero es revisar la experiencia comparada de algún sistema similar, como por ejemplo, el de Perú. Hace alrededor de tres años se permitió retirar hasta un 95,5% de los fondos previsionales una vez alcanzada la jubilación, y la evidencia muestra resultados negativos en las pensiones. Según cifras de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), alrededor de 240 mil afiliados extrajeron sus fondos, de los cuales un tercio ya habría gastado la totalidad del retiro, lo que en la práctica significa que ya no tendrán fondos para su futuro, que era justamente el objetivo inicial de dicho ahorro.

Otro aspecto a considerar, y que ayuda a complementar lo anterior, lo entrega una amplia literatura económica, en la que se plantea que el ser humano es miope a la hora de tomar decisiones intertemporales. Esto significa que las personas solemos darles mayor importancia al presente y al futuro cercano, por sobre lo que vendrá más adelante. Así, la propuesta de retirar fondos al comienzo de la jubilación debiera derivar en una disminución de las pensiones futuras, como consecuencia de no considerar el largo plazo en nuestras decisiones respecto del uso de los recursos en dicho momento.

Es imposible negar la difícil realidad que enfrentan muchos pensionados, pero la experiencia muestra que permitir el retiro de los fondos les haría un flaco favor. Para resolver los problemas que enfrentan los jubilados en materia de vivienda, salud o algún otro ámbito, debemos crear instrumentos específicos para ello, y no poner en riesgo sus ingresos futuros. No vaya a ser que con esta propuesta terminemos dejando abandonados a su suerte a los pensionados, en condiciones aún peores que las actuales.