El abogado y profesor de la Universidad Chile, Lucas Sierra, explica en esta entrevista cómo afecta la contingencia política el trabajo de la Convención Constituyente que debería tener lista su propuesta de Constitución la primera semana de junio para ser plebiscitada.
El viernes la noticia del día fue una supuesta fiesta “desenfrenada” de convencionales en un hotel de Concepción. La información fue perdiendo fuerza a medida que transcurría el día, desmentida por el hotel aludido y algunos, incluso, hablaron de fake news, pero el episodio sirvió para volver a poner el foco en la Convención Constitucional luego de las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales del 21 de noviembre pasado y preguntarse cómo va a convivir la Convención Constitucional con un nuevo presidente de la República y el recién electo Congreso Nacional.
El abogado y profesor de la Universidad Chile, Lucas Sierra, explica en esta entrevista cómo afecta la contingencia política el trabajo de la Convención Constituyente que debería tener lista su propuesta de Constitución la primera semana de junio para ser plebiscitada. Master de la Universidad de Yale, Estados Unidos, PhD de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, el investigador de derecho constitucional y instituciones políticas del Centro de Estudios Públicos, señala: “No fue buena cosa que se superpusieran el ciclo político con el proceso constituyente. Desde fines de 2020, se produjo el plebiscito del apruebo; y este año hubo elecciones de concejales, alcaldes, gobernadores regionales, convencionales constituyentes, varias primarias, parlamentarias, presidenciales en primera vuelta, consejeros regionales y ahora viene la segunda vuelta presidencial”, recuerda.
-¿Cuál es el efecto de las elecciones para la Convención Constitucional?
Lo vamos a ver con más nitidez después de la segunda vuelta.
-¿Por qué después?
Por ejemplo, hay que ver qué recepción tendrá el nuevo Congreso a la eventual solicitud de plebiscitos que puede hacer la Convención Constitucional (CC).
-¿El presidente que sea electo (Gabriel Boric o José Antonio Kast) también va a ser determinante en cómo se comporte la Convención?
Un proceso de reforma constitucional involucra, naturalmente, al gobierno y a la figura del presidente de la República. Está elección y la Convención Constitucional van a cruzarse.
-¿Cómo podría comportarse?m
La presidencia de la República puede ser demasiado funcional o demasiado poco funcional a la CC. Son dos extremos que posiblemente no ocurran.
-José Antonio Kast dijo en una entrevista el lunes que entregará todas las facilidades para el funcionamiento de la CC. ¿Sorprendente en el caso de una persona que votó rechazo?
Creo que el nuevo presidente electo no debe ser amigo ni enemigo de la Convención Constitucional. Debe colaborar institucionalmente en lo que le corresponde colaborar.
-¿Y la Convención cómo debería comportarse con el nuevo escenario político?
Es importante que se concentre en su propio trabajo. Mientras la Convención más opina de la contingencia política, más se abre la puerta para generar algún tipo de conflicto con las otras autoridades.
-Pero ese es un error que puede cometer personeros de derecha o izquierda, por ejemplo, Teresa Marinovic o Jaime Bassa.
Completamente. Sin embargo, destacaría que fue esperanzadora la declaración de la mesa entera después de las elecciones del 21 de noviembre.
-¿Por qué?
Porque felicitó a todo el mundo después de las elecciones y dijo que lo importante era que la CC continuara trabajando en su desafiante tarea de tener un texto constitucional para junio.
-¿Tenía que felicitar?
Si va a felicitar, que felicite a todos los ganadores y no a algunos como ocurrió con las primarias, en que algunos personeros solo felicitaron a ciertos ganadores de la primaria.
-¿Cuál fue ese caso?
Cuando la presidenta (Elisa Loncón) solo felicitó el triunfo de Boric en la primaria y no al ganador de la otra primaria (Sebastián Sichel).
Segunda vuelta
-¿Cómo debería convivir el nuevo presidente electo con la Convención Constitucional?
El escenario ideal es que cada uno trabaje encerrado en su lugar. Que el presidente de la República obedezca la ley, en el sentido de prestarle toda el apoyo logístico y garantizando que la CC tenga su partida en la ley de presupuesto.
-¿Y cómo debe comportarse la CC con el presidente electo?
La Convención debe estar concentrada en la tarea de sacar el texto, sin tentarse a realizar declaraciones, tomar posturas o realizar desplantes. Los convencionales, como personas, pueden hacer cualquier cosa, pero la Convención Constitucional, como institución, debe actuar como cuerpo y concentrarse en lograr sacar el texto constitucional.
-¿Debería ser razonable la convivencia entre el nuevo presidente de la República electo y la Convención Constituyente?
Mientras el presidente electo y los convencionales se mantengan en su nicho van a convivir bien.
-¿Cómo debe comportarse el presidente electo en el plebiscito que decide rechazar o aprobar la propuesta del texto constitucional?
Con neutralidad. Va ser significativo para el nuevo presidente colocarle su firma a la nueva Constitución.
-¿Incluso en el caso de Kast que votó rechazo?
Depende cómo salga el texto, ahí recién sabremos si a José Antonio Kast le gustaría poner su firma en la Constitución.
-¿Qué pasa si la CC decide cambiar el sistema de gobierno?
Sería terrible que dependiendo de quién sea electo presidente se decidan los contenidos de la nueva Constitución.
-¿Cómo?
Que la elección determine las normas permanentes o las normas transitorias, que a veces son más importantes. La duración de las autoridades que elegimos el domingo pasado va a ser materia de norma transitoria.
-¿Podría ocurrir que ante un eventual triunfo de Kast la CC decida cambiar el sistema político y adelantar el término de su período presidencial?
En ese caso, el plebiscito se transformaría en un plebiscito sobre cuánto dura el sistema presidencial. Sería una muy mala señal porque, en vez de estar definiendo si queremos una nueva Constitución, estaríamos definiendo si queremos que siga o no Kast.
-¿Mal?
Sería el peor favor a un proceso constituyente al que le hemos dedicado más de dos años de trabajo. Sería vergonzoso que la CC manipulara la Constitución con objeto de sacar a Kast. Sería transformar a la Constitución en una jugada política de corto plazo. La Constitución es un instrumento que debería estar planificado para regir los próximos 30 o 50 años.
-Y en el caso de que saliera electo Boric, ¿cómo podría manipularse la Constitución para favorecerlo o dañarlo?
Todas estas reflexiones que estamos haciendo son suposiciones, pensando muy mal de los constituyentes.
-¿Cómo evitamos tanta maldad?
Hay que estar lo más atento posible a que la Convención Constitucional no se involucre en la contingencia política luego de la segunda vuelta, que no se vuelva a repetir esas declaraciones con temas contingentes como fue la solicitud de liberación de los detenidos en las revueltas sociales.
-¿Qué pasaría si la CC decide terminal con las dos cámaras y eliminar el Senado?
Ahí, la propia Constitución autoriza a reducir el mandato de las autoridades cuando se modifica o elimina completamente cualquier institución u órgano del Estado.
-¿Es factible eliminar el Senado?
Creo que sería muy mala idea eliminar una de las cámaras porque el Senado es una cámara territorial y la de Diputados se elige por el número de habitantes de la zona.
Los diputados se eligen por circunscripción según el número de habitantes. El Senado se debe elegir con un criterio más geográfica, sin importar si hay menos habitantes. El Senado representa la integridad del país.
El Senado representa la integridad del país.
“No ha habido una oportunidad más propicia para cambiar el régimen político que esta Constitución”
¿Cuándo debería estar listo el texto constitucional?
El 4 o 5 de julio. Tienen un año para tener un texto constitucional. Son nueve meses, con la posibilidad de tres meses de extensión, en total, doce meses que se completan en julio de 2022.
-¿Es gravitante el resultado que tuvieron las elecciones parlamentarias?
Es un cambio respecto a la conformación de la CC el hecho que el Senado haya quedado 50% oficialista y 50% de oposición y que la Cámara tuviera una configuración de fuerzas mucho más parecida a nuestra historia electoral. Estos resultados fueron muy distintos a la configuración de fuerzas al interior de la Convención (80% oposición/20% oficialismo) que creo fue absolutamente excepcional.
-¿Por qué fue tan excepcional?
Porque hubo mayor representación de las fuerzas de izquierda (80%). Se nos olvida que ese resultado (80/20) fue muy distinto al que hubo en la elección de concejales realizada ese mismo día y que fue más equilibrada en términos de representación de las distintas fuerzas políticas.
-¿Por qué arrasó la izquierda en la Constituyente y no en la de alcaldes y concejales?
En parte por el papel que tuvieron la lista de independientes, especialmente la Lista del Pueblo, y los escaños reservados. Se juntaron distintas fuerzas de izquierda por distintas vías.
-¿Ha disminuido la izquierdización de la CC?
Es posible que venga un proceso en que la CC va a ir hacia el centro político.
-¿Por qué?
Porque terminó la etapa de redactar el reglamento donde imperaba una lógica de mayoría (necesitaba el 50% de los votos), pero ahora viene la redacción de los contenidos de fondos que deben ser aprobados por 2/3 de los votos. Las normas constitucionales se aprueban por 2/3 de los votos.
-¿Van a lograr tener el texto en el plazo establecido?
La Convención Constitucional ha trabajado mucho. Uno puede clasificar a la Convención Constitucional de cualquier cosa, menos de floja.
-¿No se ve flojera?
No, han trabajado harto y el reglamento general es bastante razonable y adecuado al corto tiempo que tiene la Convención.
-¿Se vislumbra un cambio del sistema político?
El presidencialismo siempre termina imponiéndose en la Constitución. El caso más fantástico fue el grupo de los 24 opositores a la dictadura que proponían un sistema semi presidencial, más parlamentario. En ese grupo estaba Patricio Aylwin y cuando ganó la elección presidencial fueron algunos a recordarle la propuesta de los 24 y Aylwin metió en el cajón el proyecto para mantener el presidencialismo.
-¿Sigue el sistema presidencial?
En el ejercicio que hemos hecho acá en el Centro de Estudios Públicos la UDI y el PC son presidencialistas, los extremos son presidencialistas. El resto es más parlamentarista. No ha habido una oportunidad más propicia para cambiar el régimen político que esta Constitución. Hay un jurista argentino, Roberto Gargarela, que dice que lo importante es la sala de máquinas de la Constitución.
-¿Cuál es esa sala de máquinas?
El régimen político, el poder judicial, los tribunales, la administración del Estado, los órganos autónomos como el Banco Central, el ministerio Público y la forma en que se haga la descentralización y la relación con los pueblos indígenas. El problema es que el debate público de los últimos tiempo se ha concentrado en los derechos más que en la sala de máquina.
Lucas Sierra reconoce que “la Convención Constitucional ha trabajado mucho. Uno puede clasificar a la Convención Constitucional de cualquier cosa, menos de floja”.
