Entrevista al investigador y Editor de la Revista Estudios Públicos, Aldo Mascareño.
Hoy el doctor en Sociología, investigador del CEP y académico de la UAl, Aldo Mascareño, consolidará los resultados de un nuevo estudio sobre cómo están votando los parlamentarios en un eje de izquierda/derecha, sin importar su militancia. El esfuerzo, que dará pie a una publicación durante esta semana, servirá, por ejemplo, para mapear los sectores que pueden llegar a acuerdos en reformas constitucionales con 4/7, incluida la forma que se le daría a una nueva convención.
-Con la propuesta constitucional rechazada, queda oleado y sacramentado que el poder se traslada con más fuerza al Congreso ¿ Qué características preliminares de ese Parlamento puede preveer?
El foco de la discusión política desde que acabó la Convención pasó al Congreso y se dio con la baja del quórum a 4/7 y ahora con mayor razón. Lo ha dicho el Presidente: la gran responsabilidad de seguir con este proceso adelante está en el Congreso. Esta composición, especialmente en la Cámara, es bastante distinta a la de la Convención. Por la derecha está en el extremo el Partido Republicano (PR) y por la izquierda el Partido Comunista (PC), pero en la Convención a la izquierda del PC había entre 50 y 60 convencionales. La Cámara está más centrada y equilibrada, la discusión será totalmente distinta y, por lo tanto, las alianzas serán distintas al momento de lograr los 4/7 para ver cómo seguimos con el proceso adelante.
No es fácil, pero el centro, la izquierda y derecha pueden hacerlo, con la novedad de que ahora el centro político tiene su posibilidad de construir sus 4/7, sacando a los partidos de los extremos.
—Desbordes habla de un acuerdo derecha centroizquierda…
No se necesita a todos los partidos, Paulina Núñez lo decía respecto de los republicanos, “no necesitamos de los republicanos para construir nuestros 4/7 si es que logramos establece acuerdos” y con el Partido de la Gente (PDG), socialistas, miembros de los liberales radicales y otros grupos. Se puede prescindir de una derecha y de una izquierda más extremas, incluso de algunos miembros del FA. Es una posibilidad política nueva.
—Imagino que se refiere a Comunes, que juega en línea con el PC y a veces más a la izquierda, pero ¿ es realista prescindir de los dos extremos al mismo tiempo?
Sí, y también se puede hacer prescindiendo de algunos miembros de la UDI y RN.. . Lo que genera esta posibilidad de que desde el centro político se irradie hacia la izquierda y derecha sin que no se requieran de los extremos es que va a suceder que gente de la UDI y de RN así como gente del FA, para formar parte de los acuerdos, basculen hacia el centro. En la Convención no se podía construir desde el centro. Los partidos que pueden construir esa mayoría de 4/7 son el PS, PPD, radicales, liberales, DC, PDG, Evópoli, RN y no toda la UDI, se requiere solo algunos miembros de la UDI. La pregunta es si los extremos seguirán por el camino propio o si van a oscilar hacia el centro para participar del acuerdo.
-¿ Y armar los 4/7 partiendo de la izquierda al centro?
La izquierda también puede lograr los 4/7 desde el PC, incorporando a la DC, PDG y algunos RN. No les sería fácil y más difícil sería partir desde Republicanos al PPD.
—En su estudio de julio, llamó la atención que Evópoli quedó más a la derecha que RN.
Es que hay miembros distintos en los partidos, con personas que están más a la izquierda o derecha, porque nunca están totalmente cohesionados, excepto los extremos: republicanos, el PC y un poco menos a la izquierda, el FA. La nueva y gran posibilidad es formar desde el centro sin tener que contar con los extremos.
Derecha sin poder de veto
—¿ Cómo debiera impactar en la agenda del Gobierno la confluencia del triunfo del Rechazo, con la puesta en marcha de la reforma de los 4/7?
Desde el inicio el Gobierno decidió asociar su destino al de la Convención y ahora tiene que asumir esa premisa, introduciendo cambios a su gobierno y alianzas políticas, con un cambio de gabinete que debiera reflejar esa oscilación hacia el centro (esta conversación fue durante la mañana). El Socialismo Democrático, el PS, fue clave para contener a las fuerzas más de izquierda e independientes y encausar el texto para que quedara más moderado. Ahora, después del Rechazo ese grupo cumplirá el mismo papel: llevar tanto en el Congreso como el Ejecutivo al Gobierno hacia una perspectiva más socialdemócrata.
—Reformas como las de pensiones e isapres no pueden avanzar según lo planificado por esta administración y la tributaria tampoco
Pero claro, ya no hay realidad política para hacer esto. Las cosas se van a discutir bajo otro escenario; las premisas sobre las que se erigían las reformas tributarias, de pensiones y AFP hasta el viernes cambiaron, ya no existen. La realidad política es otra, la composición del Gobierno sea otra y la disposición de los actores políticos también. Las condiciones de borde en la Cámara con quórum de 4/7 en vez de 2/3 son menos complejas para llegar a acuerdos. Quienes dicen que la derecha tiene poder de veto, no; todo bascula hacia actores más moderados. En las votaciones de los últimos 10 años uno ve oscilación: votan por la derecha, después contra ella, después por Boric, después contra él y lo que están diciendo es hagan algo que está ahí, entre medio, entre la centroderecha, un socialismo democrático… ahí es donde hay que buscar la política y con todo el impulso que viene de la crítica que viene no desde el 18 de octubre, sino desde antes, con todas las críticas de los últimos 20 años a la incapacidad de hacerse cargo de problemas de pensiones, salud y educación, que es la trinidad social.
—Considerando la viabilidad actual para sacar proyectos y obviando la reforma tributaria, ¿cuáles debieran ser las tres prioridades del Gobierno?
Tres pueden ser mucho. Ya tiene tareas gigantes por default a las que dedicarles mucho tiempo: el nuevo proceso constituyente, el problema de violencia en la macrozona sur, la tributaria. Pero dentro de la trinidad que mencionaba, me parece muy relevante salud y pensiones. Es difícil dejar alguna de esas tres.
—Pero dice salud y pensiones, ¿qué aspectos de ellas? En pensiones imagino que cuánto a reparto y crear algún organismo estatal
En esa línea y en cuestiones de salud también. El impulso de los derechos sociales incluye a educación y seguramente tampoco podrá dejarse de lado, Pero viendo prioridades, salud es más inmediato por las cuestiones cotidianas; sia uno le pasa algo, tiene que ir a atenderse, pero seguramente ya no esto de “se acabanlas isapres y las AFP”. Algo del alto número del Rechazo tiene que ver con las restricciones a las opciones que se les da a la gente, las restricciones. Cuando hablaban solo de un sistema de salud, solo de un sistema de pensiones tuvo mucho que ver con el incremento del Rechazo. En pensiones seguramente no hay que restringir el campo de acción, sino que ampliarlo, incorporando un elemento de estatalidad, pero que sea opcional.
—¿ Cómo afectará la discusión de la nueva constitución, dependiendo de cómo se resuelvan los cupos de la futura constituyente? O sea, 50 como el Senado 0155 como la cámara; el tipo delistas, es decir, nacional, distritales o por circunscripción.
Esas son las opciones, pero parece haber consenso en que no habrá plebiscito de entrada; una inclinación a que el grupo de convencionales sea más pequeño, tal vez reflejando las formas del Senado y que no habría listas de independientes, sino vincularlos a listas de partidos.
La cuestión está más delineada en términos políticos antes que un respuesta a una intuición más general que pasó con la convención anterior, que desbordó los patrones de comportamiento del sistema político y ese fue otro de los elementos por los cuales la propuesta se rechazó. Este mayor enmarcamiento no solo remite a que la política tradicional se lo quiera apropiar, sino a seguir encausando el proceso en una versión con las formas clásicas de la política, más representativa que directa. En la anterior Convención aparecieron grupos locales sin la visión de conjunto. Ahora hay mayor capacidad de realineamiento del proceso, independiente de que la convención se cargue más a la izquierda o a la derecha. Tener una mayor capacidad de predictibilidad política es lo que la política actual está esperando de este nuevo proceso.
El lado positivo de la fracasada convención
-¿ Qué se puede rescatar del proceso anterior?
Nos dejó claro algunas cosas mínimas en que estamos de acuerdo y antes no teníamos ese convencimiento.
Ahora todos, desde buena parte de la derecha e izquierda, coinciden en que hay que avanzar en un estado social de derecho; en que hay que tener una mirada de género, que es más amplia que la paridad; en proteger la naturaleza, que sea sustentable y en el proceso de reconocimiento de los indígenas. Ahí están todas las claves. Logramos mantener acuerdos con lineamientos básicos, el problema fue la forma que le dio la convención pasada, en que, por ejemplo, la protección de la naturaleza la transformó en derechos de la naturaleza. Se extremó y ahí estuvo el problema, no en los impulsos básicos. Con esos elementos no se necesita una convención de 155, porque la tarea básica ya está y el espacio de discusión está acotado. Es una gran ventaja, no partimos de la hoja en blanco.
-Y eso cómo cambiará la conversación
A un disenso democrático, a una conversación democrática y no a la polarización, al ninguneo, a esta actitud tan antipática que se produjo en la Convención.
—La forma en que se está consensuando una nueva convención, ¿ve que garantice que los extremos queden fuera o en posiciones insignificantes?
Este es el momento político en que hay mayor disposición de las fuerzas de derecha y de la izquierda menos radical para converger hacia el centro. La experiencia política de los últimos tres años fue polarizada. Es el momento en que esto se hace más factible, pero dura poco: en cualquiera de los dos espacios comienzan a haber disidencias, “por qué Macaya asume la vocería” o un senador Latorre (RD) que dice “no vayamos a cambiar al gobierno a conservadores de la Concertación” (parafraseo). Este es justo el momento para construir acuerdos equilibrados, es cuando te azotaste la cabeza contra el suelo y te diste cuenta de tus errores. Cuando hay un shock de realidad es cuando hay más deseos de cambiar y dura poco.
-Pero esos acuerdos pueden generar problemas al Gobierno, con el PC y también fracturar al FA
Pueden desestabilizar; el FA es el grupo principal del Presidente y seguramente al interior del FA se va a generar una escisión, un gap, una división entre quienes quieren mantener una línea más dura con el PC y quienes quieren una línea más cercana al Socialismo Democrático. Todos los gobiernos tienen su dramas y este será el del gobierno de Boric.