Entre los años 2013 y 2015 se llevó a cabo el primer y único catastro de iniciativas de conservación privada en Chile, esfuerzo que fue liderado por la Fundación Senda Darwin y “Así Conserva Chile” en el contexto del proyecto Global Environment Facility (GEF) “Creación de un sistema nacional integral de áreas protegidas privadas para Chile: estructura financiera y operacional”.
Entre los años 2013 y 2015 se llevó a cabo el primer y único catastro de iniciativas de conservación privada en Chile, esfuerzo que fue liderado por la Fundación Senda Darwin y “Así Conserva Chile” en el contexto del proyecto Global Environment Facility (GEF) “Creación de un sistema nacional integral de áreas protegidas privadas para Chile: estructura financiera y operacional”. Este diagnóstico ha sido desde entonces la única fuente de información sobre la cantidad de terreno conservado desde las gobernanzas privadas y comunitarias de Chile. Sin embargo, a la fecha, el escenario ha cambiado rotundamente. En primer lugar, muchas de las iniciativas detectadas en 2013 ya no están dedicadas a la conservación o se ha perdido su rastro, como lo son las muchas parcelas o “hijuelas” que fueron registradas de las cuales no se manejan datos de contacto.
En segundo lugar, algunas áreas han cambiado en sus mecanismos de gobernanza, como el caso ejemplar del Parque Pumalín, que con su más de 400.000 hectáreas de área protegida pasó a formar parte del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), tras ser donado al Estado por sus propietarios y ser declarado Parque Nacional en 2018. Pero, además, el escenario de la conservación privada ha logrado dos grandes hitos que no se manejaban en la década pasada que hacen necesario actualizar el catastro. Uno de estos hitos es la aprobación del Derecho Real de Conservación en 2016, una ley que permite la participación de la sociedad civil en la conservación del patrimonio ambiental. Por otra parte, el desarrollo y publicación de los Estándares para la conservación privada en Chile, que, entre otros hechos importantes, consolida una definición de Área bajo Protección Privada (APP), a la que el sector privado puede aspirar de acuerdo con la puesta en práctica de principios e indicadores de gestión y buenas prácticas.
Este informe presenta el desarrollo de tres objetivos: a) actualizar la base de datos de áreas protegidas públicas y privadas de Chile; b) realizar un análisis de representatividad ecosistémica, para evaluar el nivel de representación de los ecosistemas terrestres tanto en el sistema de protección oficial del Estado (SNASPE + Santuarios de la Naturaleza), otros instrumentos de protección del Estado y las iniciativas de conservación privada; y finalmente c) realizar un análisis de riesgo de los ecosistemas terrestres bajo escenarios de cambio climático.
Junto con el informe, se desarrollará una plataforma web de visualización de los análisis realizados, lo que permitirá además realizar consultas sobre el nivel de representatividad de las áreas protegidas públicas y privadas, y visualizar las proyecciones futuras de los ecosistemas.
