- Prácticamente todos los chilenos coinciden en que CODELCO está enfrentando problemas serios y requiere de cambios profundos. Pero todavía existe una dura polémica respecto de cómo y quién debe llevar a cabo dichos cambios: el Estado, los privados o ambos.
- El proyecto de una nueva Ley de CODELCO que ingresó recientemente al Parlamento entrega la solución que ha diseñado el Gobierno para resolver los problemas de institucionalidad de la empresa. En lo medular éste postula la transformación de CODELCO en un conglomerado de empresas encabezado por una empresa matriz bajo la cual se crean tres tipos de empresas: filiales estatales, sociedades de propiedad mixta estatal-privada y subsidiarias estatales.
- El mensaje que acompaña al proyecto refleja que el Gobierno tiene un diagnóstico acertado sobre los problemas de la empresa; sin embargo, tos mecanismos que propone en el proyecto para solucionarlos son insuficientes y no tos resuelven en forma definitiva. En otras palabras, el paso propuesto va en la dirección correcta, pero no a la velocidad necesaria.
- Para dar una solución de fondo a CODELCO se debe entender que esta empresa no podrá funcionar correctamente mientras su dueño, o dueños, sean en la práctica los gobiernos que se suceden en el poder. Los gobiernos no son buenos administradores de empresas estatales porque tienen un timing y una forma de operación que no se adaptan en absoluto a los requerimientos de la administración moderna de empresas
- Hay que destacar, eso sí, que lo que el proyecto del Gobierno propone hacer en forma puntual con las divisiones de Tocopilla y Talleres —la creación de sociedades anónimas donde se permita la participación de terceros en la propiedad— resulta ser una solución que podría ser profundizada y aplicada en todas las divisiones y yacimientos, independientemente que sean o no de reposición. Pero a la Concertación le falta liderazgo para incluir cambios de este tipo que apunten a resolver el fondo de los problemas de CODELCO.