Encontramos que las diferencias de elasticidad entre hombres y mujeres son mayores entre empresas que dentro de cada empresa, lo que podría estar indicando que las mujeres tiendan a trabajar más en empresas con ciertas características que hacen que ellas sean menos sensibles a cambios en salario.
- Evaluamos el nivel de competencia en el mercado laboral chileno encontrando que éste no es muy competitivo. Es decir, las empresas tienen cierto poder en el mercado laboral. Este resultado se desprende de calcular las elasticidades de oferta de trabajo a nivel de cada empresa, donde valores más cercanos a cero indicarían mercados menos competitivos mientras que valores muy elevados indicarían que el mercado laboral es más competitivo.
- Valores más cercanos a cero indicarían que los trabajadores no se cambian de empleo al tener mejores ofertas salariales de otras empresas lo que sugeriría que el empleador tiene cierto poder sobre el trabajador. Por otro lado, valores elevados de la elasticidad de oferta de trabajo indicarían que los trabajadores se cambiarían fácilmente de empleo al tener mejores ofertas salariales, lo que sugeriría que el empleador tiene escaso poder de mercado.
- Los valores estimados de la elasticidad de oferta de trabajo son 0,7 y 0,51 para hombres y mujeres respectivamente, señalando que las mujeres son menos elásticas, es decir que tienden a ser menos sensibles a cambiarse de trabajo ante cambios en el salario.
- Esta diferencia de elasticidades sugiere que las empresas tienen más poder sobre las mujeres, lo que implicaría que ellas reciban alrededor de un 22% menos de salario que los hombres, lo que explicaría alrededor del 73% de la brecha bruta de salarios de nuestra muestra.
- Además, encontramos que las diferencias de elasticidad entre hombres y mujeres son mayores entre empresas que dentro de cada empresa, lo que podría estar indicando que las mujeres tiendan a trabajar más en empresas con ciertas características que hacen que ellas sean menos sensibles a cambios en salario. Por ejemplo, en empresas con jornadas más amables, o más cercanas al hogar entre otras potenciales razones.
- Al analizar las diferencias por tipo de industria encontramos que manufactura y minería para el caso de los hombres, e intermediación financiera, transporte y almacenamiento para el de las mujeres son las industrias mas competitivas. A su vez, tanto para hombres como para mujeres los servicios educativos y servicios y apoyo administrativo están dentro de los sectores menos competitivos.
- Al comparar nuestros resultados con los de Estados Unidos encontramos que el mercado laboral de Chile es menos competitivo, en especial en el caso de las mujeres. Esto nos sugiere que debemos avanzar en reformas que incentiven la competencia en el mercado laboral, por ejemplo, vía la reducción de fricciones (e.g. mejor información respecto de las ofertas y condiciones laborales, avanzar hacia jornadas promedio semanales, mejorar el diseño de la política social para no desincentivar la entrada al mercado laboral formal, evitando, por ejemplo, los saltos discretos en el acceso a los beneficios, evaluar la implementación de un sistema de cuidados tanto de niños como de adultos, entre otras).
