De acuerdo al estudio «El momento económico internacional y nacional. Septiembre 2024», el actual desempeño del PIB nacional genera preocupaciones. Concretamente, el crecimiento de 1,6% para el segundo trimestre es bajo y en términos desestacionalizados, fue negativo. A pesar de que el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de julio fue de 4,2%, es explicado por efectos puntuales en comercio y servicios, lo que hace que sea una cifra para ser mirada con cautela.
- La economía global continúa creciendo, pero surgen dudas con respecto a su fortaleza. Estados Unidos sigue siendo la economía que más destaca, con un crecimiento para el segundo trimestre bastante positivo, alcanzando un 3%. Sin embargo, muestra señales de mayor debilidad en el margen con lo que tendría un aterrizaje suave.
- Dicha economía ha comenzado a exhibir una menor fortaleza en el mercado laboral. En efecto, a pesar de que el desempleo aún se encuentra en niveles bajos, ha empezado a subir y la creación de empleos a debilitarse. Ello está detrás de la clara comunicación de la Reserva Federal en cuanto a que el momento de empezar a bajar la tasa de interés ya llegó.
- La inflación en el mundo continúa bajando, lo que profundiza la tendencia hacia mayor impulso monetario. De hecho, tanto la Zona Euro como el Reino Unido, ya partieron dicho proceso. Japón, no obstante, está en un proceso inverso, de aumento de tasas de interés.
- Una de las principales preocupaciones apunta a la polarización política en el mundo. Adicionalmente, hay inquietudes con respecto a lo fiscal, debido a los elevados déficits y al consecuente aumento de la deuda pública.
- Persiste la incertidumbre sobre el crecimiento de China, pues las cifras del segundo trimestre fueron bajas para los estándares de dicho país y las preliminares del tercer trimestre exhiben cierta debilidad. Lo anterior es reflejado en el deterioro del sector inmobiliario y en la desaceleración del consumo. Esto podría repercutir negativamente en Chile, debido a que es su principal socio comercial.
- En cuanto a la economía nacional, el actual desempeño del PIB genera preocupaciones. Concretamente, el crecimiento de 1,6% para el segundo trimestre es bajo y en términos desestacionalizados, fue negativo. A pesar de que el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de julio fue de 4,2%, es explicado por efectos puntuales en comercio y servicios, lo que hace que sea una cifra para ser mirada con cautela.
- La inflación ha sido más alta debido al descongelamiento de las tarifas eléctricas. No obstante, las expectativas continúan ancladas y las perspectivas tanto de crecimiento del producto como de la demanda son más débiles, lo que tiene como consecuencia que, a la larga, la inflación sea más controlada. Dado esto es que el Banco Central de Chile, en su Informe de Política Monetaria (IPoM) del tercer trimestre, señaló que la inflación convergerá más rápidamente a la meta respecto de lo esperado en junio.
- Dicho esto, se espera que se produzcan nuevas disminuciones de la tasa de interés de política monetaria en lo que resta del año y en 2025.
- Surgen preocupaciones en materia fiscal, debido a las estrecheces que se avizoran en adelante.