- Aunque el sistema de financiamiento universitario introducido en 1981 apunta en la dirección correcta, no ha logrado aún todos los objetivos que se propone.
- El sistema de crédito universitario adolece de diversos problemas: administración inestable, por distintas instancias, ineficiencia en su cobro a los profesionales, falta de claridad en los criterios de asignación, fondos insuficientes, etc.
- Por otra parte, no existe una medida de efectividad en la asignación del aporte fiscal directo a la investigación universitaria; un 50% de este aporte se utiliza para financiar los déficit de docencia.
- Las proposiciones parten de tres principios básicos: subsidio directo a las actividades universitarias; reformulación del sistema de crédito universitario, y apertura de los subsidios a todas las universidades del sistema.
- Se propone que un organismo autónomo administre y asigne el crédito universitario, aumentando al mismo tiempo los fondos disponibles, incluyendo financiamiento internacional.
- Se propone además la eliminación del Aporte Fiscal Directo e Indirecto, y creación de un Aporte Fiscal a la Investigación, cuya asignación se base en el número de publicaciones internacionales que genere la institución.
- Se postula la creación de un sistema nacional de información universitaria sobre aspectos como costos de docencia, aranceles, volumen de investigación, ubicación de los egresados en los mercados profesionales, etc.