- El creciente proceso de integración comercial y financiera de la economía mundial, denotada principalmente por la formación de grandes bloques económicos cuyos máximos exponentes son la Comunidad Económica Europea y el Area de Libre Comercio de América del Norte, ha impactado profundamente y continuará haciéndolo el accionar del negocio ban- cario. Para prosperar en este nuevo contexto internacional ya no basta con ser eficiente y solvente a nivel doméstico, sino que se requiere una permanente adaptación e innovación para mantener, e incluso desarrollar, ventajas competitivas a nivel externo.
- Esta tarea de fortalecimiento de la capacidad competitiva de la banca corresponde tanto al sector privado como público. El rol de este último consiste, primordialmente, en establecer una base legal que estimule una gradual internacionalización de la banca chilena ampliando las opciones de nuevos negocios que ésta pueda explorar, pero sin poner en peligro su actual estabilidad.
- Para enfrentar este desafío de incrementar la presencia bancaria chilena en el mercado internacional de capitales se propone crear el marco jurídico que permita el funcionamiento en el país de la figura legal “banca offshore». Este mecanismo consiste esencialmente en establecer un área de libre comercio en la provisión de ciertos servicios financieros que involucre exclusivamente a entidades extranjeras no residentes. Bajo este concepto, el rol de la banca nacional sería meramente actuar como intermediario en determinadas operaciones financieras ejecutadas por extranjeros.
- La “banca offshore” permitiría someter a los bancos domésticos a las fuerzas de la competencia internacional en una forma limitada sin exponer las reservas internacionales del país debido a que las operaciones realizadas por su intermedio no estarían sujetas a ningún tipo de garantía por el Estado chileno, pero permitiría potenciar en el exterior a uno de los principales generadores de valor agregado en el área de los servicios financieros.