N° 349, septiembre 2012. Edición online
Puntos de Referencia
Ciencias Sociales
Educación
Políticas públicas

Lucro, Universidad y Filantropía

Arturo Fontaine T..

¿Queremos que haya universidades sin fines de lucro o no? Esta majamama de universidades sin fines de lucro que, al mismo tiempo, tienen fines de lucro, que son lo que no son y no son lo que son, tienen un efecto corruptor de la filantropía y desprestigian al empresariado. ¿Para qué donar a una universidad sin fines de lucro si la de al lado tiene utilidades y sus controladores prosperan gracias a ella? La filantropía es una mezcla público-privada surgida al interior del capitalismo norteamericano. Las donaciones tienen importantes beneficios tributarios.

La filantropía ha mostrado que en los empresarios puede haber grandeza. Y eso le ha dado un rostro más humano al capitalismo. Universidades como John Hopkins, Cornell, Chicago, Stanford, Yale, Princeton, Harvard, Columbia son instituciones privadas sin fines de lucro creadas y sostenidas por el mecenazgo empresarial y aportes del Estado. Es frecuente que la matrícula de los alumnos no signifique más de un 20% de sus ingresos.

También Madre Teresa de Calcuta necesitaba dinero para poder acompañar y aliviar a los muribundos a quienes dedicó su abnegada vida. Pero la orden que dirigió Madre Teresa de Calcuta no es una empresa comercial. Aunque el dinero que recibe lo invierta en acciones, bonos y propiedades como si fuera una empresa. Es lo que hace cualquier institución sin fines de lucro. No es que las universidades no deban tener empresas. Incluso las públicas han de tenerlas. Los excedentes, a diferencia de lo que ocurre en una empresa con fines de lucro, no pueden distribuirse entre los controladores. Se destinan al fin propio de la institución. Ese es el concepto.

Los beneficios tributarios y aportes para la investigación se merecen porque la universidad, en su docencia y en su investigación, debe producir externalidades positivas, generar bienes públicos. La universidad aspira a educar a la persona, al ciudadano y enseña a ganarse la vida. Es en las universidades públicas y sin fines de lucro donde se está dibujando el futuro de Chile.

Las universidades con fines de lucro en Estados Unidos y en Brasil, países donde son legales, representan un capitalismo mercantilista que depende del financiamiento estatal. Los estudios más recientes indican que en Estados Unidos son más caras y de peor calidad, sus titulados tienden a tener mayor propensión a la cesantía y a quedar más endeudados que universidades comparables de naturaleza pública y sin fines de lucro.

Hay en Estados Unidos 30 fiscales generales investigando fraudes y delitos de universidades con fines de lucro. Las enormes asimetrías de información entre el alumno y la universidad, las dificultades que hay para medir y evaluar una universidad, lo costoso que es volverse a educar (irreversibilidad del proceso), unidos al fin de lucro hacen tentador explotar esas asimetrías engañando a los estudiantes.