En este trabajo proponemos dos medidas relativas a la calidad del empleo en Chile y, posteriormente, analizamos su evolución en el último tiempo y la tendencia que estas exhiben con relación al crecimiento económico.
- En este trabajo se proponen dos medidas relativas a la calidad de empleo en Chile: una mide subempleo involuntario y la otra mide precariedad laboral. Utilizando las encuestas nacionales de empleo, se estudia la evolución de estas dos medidas entre el trimestre enero-marzo de 2010 al junio-agosto de 2019.
- Se consideran subempleadas involuntarias a aquellas personas que están ocupadas (informal o formalmente), trabajan una jornada parcial (30 horas o menos) y que se manifiestan dispuestas a trabajar más horas de forma inmediata. Adicionalmente, es necesario que dichas personas declaren no poder trabajar más horas debido a falta de demanda. Se encuentra que el subempleo involuntario afecta entre el 6 y 8 por ciento de los trabajadores, siendo el promedio del periodo observado de 7,2 por ciento. Se observa además que en 10 de los últimos 12 meses el subempleo involuntario ha estado sobre el promedio del periodo analizado.
- Se consideran personas con empleos precarios a aquellas que cuenten con al menos una de las siguientes condiciones: no tengan contrato de trabajo, no tengan pago de cotizaciones previsionales, o no cuenten con registros de ingresos. Se encuentra que la precariedad general ha disminuido consistentemente pasando desde un 18,2 por ciento en el trimestre enero-marzo de 2010 a un 13,2 por ciento en el trimestre junio-agosto de 2019.
- Posteriormente estimamos la “ley de Okun”, la cual estima una relación sencilla entre crecimiento y variables ligadas al empleo. Se observa una relación entre crecimiento y desempleo, y crecimiento y precariedad laboral. Sin embargo, no se observa una relación significativa entre crecimiento y subempleo. A continuación, en el periodo analizado, en promedio por cada 1 por ciento de crecimiento se redujo el desempleo y la precariedad laboral en 0,25 puntos porcentuales. Adicionalmente, el crecimiento necesario para mantener estable el desempleo y la precariedad laboral es de 2,8 y 1,5 por ciento anual respectivamente.