El estudio “Otra mirada a la frustración en Chile. Análisis a la privación relativa salarial en la última década”, sugiere que la frustración con los salarios en el mercado laboral ha caído en la última década, aunque su evolución es heterogénea entre los grupos ocupacionales.
- Se ha señalado que la masificación de la educación superior en Chile produjo una devaluación o inflación de los certificados, resultando en bajos retornos, desempleo y endeudamiento para una proporción importante de profesionales. Esto habría generado, frustración, malestar y movilización política.
- Implícito en esta descripción está un mecanismo de comparaciones interpersonales conocido en la literatura como privación relativa. Esta afirma que la frustración surge cuando las personas se perciben en desventaja frente a otros similares a ellos.
- En el presente documento se propone y evalúa empíricamente la privación relativa salarial por ocupaciones, utilizando para ello la serie de datos de la encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) desde el año 2009 al 2022. Se considera que los individuos ocupados están relativamente privados cuando su salario es menor que el de otros en su mismo grupo ocupacional. Se presenta además un perfilamiento de las personas privadas relativamente por salarios.
- El análisis detecta tres resultados importantes. Primero, la privación relativa salarial ha caído en todos los grupos ocupacionales en la última década, sugiriendo menores niveles de frustración con las recompensas obtenidas en el mercado laboral. Segundo, las ocupaciones profesionales y técnicas —aquellas que requieren mayor educación— muestran niveles de privación relativa más altos en el período. Tercero, se identifican dos perfiles de personas con altos niveles de privación relativa. Un primer grupo —adultos jóvenes, con 15 años de escolaridad— se ha mantenido relativamente estable en el período. Los trabajadores de este grupo acceden a ocupaciones de alto estatus social, aunque con bajos salarios. Un segundo grupo lo constituyen trabajadores no especializados, en empleos de bajo estatus y con una media de 9 años de escolaridad, que pasó de representar 9,2% a 5,5% de los insatisfechos con sus salarios.
- El análisis sugiere entonces que la frustración con los salarios en el mercado laboral ha caído en la última década, aunque su evolución es heterogénea entre los grupos ocupacionales. Además, muestra que la reflexión académica y la política pública, que se ha enfocado en la frustración de los grupos profesionales, no debiera obviar que aún existen altos niveles de privación relativa salarial entre los trabajadores de menor estatus social, que no debe quedar desentendida.