N° 448, diciembre 2016
Puntos de Referencia
Educación
Política
Políticas públicas

¿Por qué Liceos de Excelencia?

Sylvia Eyzaguirre T..

La eliminación de los Liceos de Excelencia no sólo debe responder a las convicciones de un grupo determinado, sino también debe hacerse cargo de los perjuicios sociales que dicha medida puede conllevar.

La Ley de Inclusión termina con los Liceos de Excelencia. Estos establecimientos escolares buscan desarrollar al máximo las potencialidades de niños y jóvenes altamente talentosos en las esferas de las artes, el deporte y la academia.
Los tres principales argumentos en contra de estos colegios son: 1) no agregan valor, pues sus buenos resultados se deben exclusivamente a la selección que realizan. Estos mismos alumnos en otros colegios tendrían los mismos resultados. 2) No agregan valor, pues seleccionan a alumnos de nivel socioeconómico alto. Los buenos resultados de estos establecimientos se deben, entonces, exclusivamente al alto capital cultural de las familias de estos alumnos. 3) La escuela, en cuanto lugar donde se forman ciudadanos, debe ser un espacio de encuentro, donde niños y jóvenes de diferentes culturas, religiones, niveles socioeconómicos y talentos aprenden a convivir.

En relación con el primero y segundo argumento, la evidencia nacional no permite aseverar que estos colegios no agregan valor, más bien la escasa evidencia disponible sugiere lo contrario. Diferentes estudios encuentran un efecto positivo de asistir a Liceos de Excelencia Académica, efecto que no se explica únicamente por el talento individual de los alumnos. Por otra parte, los buenos resultados en la Prueba de Selección Universitaria tampoco se explican por el nivel socioeconómico de los estudiantes. De hecho, estos liceos logran reunir a estudiantes del quintil más pobre con estudiantes del quintil más rico, a jóvenes que provienen de colegios particulares pagados con otros provenientes de escuelas públicas gratuitas; un fenómeno poco frecuente en nuestro sistema educativo.

Respecto del tercer argumento, es legítimo creer que no es deseable separar a los jóvenes en función de sus talentos, pues valoran una formación escolar que integra a niños y jóvenes con diferentes talentos. Sin embargo, también es legítima la postura contraria, a saber, quienes creen que es beneficioso, tanto para el individuo como para la sociedad, la posibilidad de especializarse de forma temprana y el valor de la meritocracia.

Los liceos que desarrollan aptitudes tempranamente cumplen un rol cultural y social fundamental. Existen profesiones excepcionales, que exigen no sólo un talento fuera de lo común, sino también un desarrollo temprano del mismo, como por ejemplo los violinistas, pianistas, bailarines de ballet, tenistas y gimnastas. Estos establecimientos proveen al país de artistas y deportistas que nutren nuestra vida cultural, y ofrecen a jóvenes talentosos la posibilidad de desarrollar al máximo sus talentos, especialmente a jóvenes de familias que no tienen los recursos económicos para costear este tipo de formación.

Los Liceos de Excelencia Académica no sólo son una señal respecto del valor del mérito, sino que también cumplen un rol social importante, especialmente en un sistema de ingreso selectivo a la educación superior. Estos establecimientos ofrecen una formación de excelencia en el plano académico a jóvenes con talento o mérito, especialmente a quienes no tienen los recursos económicos para pagar un colegio particular pagado, rompiendo la barrera socioeconómica y mejorando las oportunidades de acceso a las universidades y carreras más selectivas del país. Entre los alumnos seleccionados en la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Chile, sólo el 18 por ciento proviene de un liceo municipal; de estos, el 73 por ciento proviene de un Liceo Municipal de Excelencia Académica.

La eliminación de los Liceos de Excelencia no sólo debe responder a las convicciones de un grupo determinado, sino también debe hacerse cargo de los perjuicios sociales que dicha medida puede conllevar. El fin de los Liceos de Excelencia, ¿no afectará el acceso de los alumnos de liceos municipales y de los alumnos más vulnerables a las universidades más selectivas?, ¿quiénes reemplazarán a estos estudiantes: alumnos más o menos vulnerables? ¿Qué repercusión tendrá dicha eliminación para la educación pública?

Este trabajo tiene por objeto hacer presente los beneficios sociales y culturales que conllevan los liceos de excelencia y los perjuicios sociales que implica su eliminación. Mostraremos que gran parte de los argumentos para terminar con estos liceos no son más que prejuicios que contrastan con la realidad y entregaremos diferentes alternativas para mejorar la integración socioeconómica al interior de este tipo de establecimientos.