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“La centroderecha debe abrirse, de verdad, a un Estado social de derecho”

Leonidas Montes L..

“La centroderecha debe abrirse, de verdad, a un Estado social de derecho”

El director del CEP, además, dice que va por el Rechazo y que por esta vía se podría llegar más rápido a una nueva Constitución. “Es más fácil imaginar acuerdo entre la socialdemocracia y la centroderecha que entre la centroizquierda y el PC”, señala. Respecto al acuerdo de los partidos oficialistas, sostiene que no hay cambios sustantivos. “Lo que hicieron es maquillar y corregir algunas de sus serias deficiencias”, resume.

En abril de este año, en medio del proceso constitucional, el director del Centro de Estudios Públicos (CEP), Leonidas Montes, dijo que estaba con “depresión cívica”. “Desde muy temprano nos dimos cuenta de que había una serie de temas que realmente eran imposibles de cambiar”, dice el ingeniero civil y filósofo, sentado en su oficina ubicada en Providencia mientras toma un café.

¿Entonces sigue la depresión?

Sigue la depresión, pero ahora ya no del proceso, sino que respecto del proyecto de nueva Constitución.

Y es que durante todo el proceso constituyente el CEP estuvo encima de la discusión. Gracias a la inteligencia artificial crearon un algoritmo para clasificar las votaciones; hicieron seminarios, estudios y análisis de todo el contenido. “Nosotros dejamos la camiseta sudada en la cancha”, dice Montes.

¿Cómo va a votar el 4 de septiembre?

Voy a rechazar.

¿Por qué?

Me parece que, en general, es una Constitución antiliberal, en el sentido de que muchos aspectos van contra los principios del liberalismo, como la igualdad, la libertad y la justicia. Si uno hace el test de estos valores, me parece que no mejora ninguno de ellos. La libertad de enseñanza, por ejemplo, queda ambigua; nuestra libertad frente a los poderes también queda muy disminuida; la igualdad ante la ley también queda en desmedro y para qué hablar de la justicia, que tienen muchísimos problemas.

¿Son suficientes los cambios que propone hoy el oficialismo?

La papeleta nos hará una pregunta muy simple y precisa: “¿Aprueba usted el texto de nueva Constitución propuesto por la Convención Constitucional?”. No nos pregunta por una Constitución imaginaria, sino por el contenido del texto. Y lo que han hecho ahora los partidos del Apruebo es maquillar y corregir algunas de sus serias deficiencias. Lo divertido es que el PC firma, pero no garantiza los cambios. Dado este nuevo giro, esto puede convertirse en un salvavidas de plomo.

¿Puede tener un efecto bumerán?

Entre gallos y medianoche cocinaron un guiso que será difícil de tragar. Cuando muchos valientes de la izquierda democrática y republicana se atrevieron a decirlo que pensaban, fueron criticados, funados y acusados de difundir fake news. Con esta nueva voltereta convierten las supuestas fake news en realidad. Y de paso, siguen jugando con su credibilidad.

¿No confía en que la izquierda va a hacer estas modificaciones?

El mejor camino para llegar a una Constitución que nos una es a través del Rechazo. Es
más fácil imaginar acuerdo entre la socialdemocracia y la centroderecha que entre la centroizquierda y el PC. El camino del Apruebo dependerá del PC. Nunca quiso modificar la nueva Constitución y ahora mañosamente se aferra a la propuesta de la convención, que puede abrir las puertas al autoritarismo populista.

¿No lo ve como un paso a la moderación?

Lo que hay que celebrar es el acuerdo liderado por Ximena Rincón, que baja el quorum
de reforma constitucional a 4/7. Esto sí es un gran logro, ya que se rompe el cerrojo. Lo irónico es que el cerrojo ahora quedó en el Apruebo.

La izquierda saca a colación los vetos de la derecha. ¿Cree que van a estar a la altura?

Sería una tremenda derrota política que la derecha no cumpla esos acuerdos. No están los
tiempos para eso.

Sobre los alcances que propone este acuerdo oficialista en plurinacionalidad. ¿Es una señal significativa?

Hay una promesa de moderación en lo legislativo, que debe sortear el problema del consentimiento con el nuevo cerrojo.

¿El sistema político sin la reelección presidencial y el control del gasto fiscal por parte del Presidente es suficiente?

Es un avance, pero insuficiente, pues nos farreamos resolver el problema de la gobernabilidad. Este engendro entre presidencialismo y bicameralismo asimétrico es un camino hacia la mayor fragmentación política. Ni siquiera fueron capaces de llamar a los partidos políticos por su nombre.

¿Se llegó tarde con este acuerdo?

Muy tarde, demasiado tarde. Con los nuevos 4/7 todo se simplifica y con el proyecto de la Convención todo quedaría más amarrado. Otra ironía de la historia.

¿Cree que el Rechazo podría imponerse?

Siempre he dicho que el resultado va a ser ajustado, va a depender de muchas variables. Pero, hasta ahora, por lo que indican las encuestas es muy posible. Pero todo puede cambiar. La ciudadanía tiene muy claras sus prioridades —seguridad pública, pensiones, salud y educación— y ahora que enfrentamos una dura crisis económica con inflación, seguimos enfrascados en una discusión de élite.

¿Qué debe pasar después del 4 de septiembre?

Chile es un país muy presidencialista y esto va a depender mucho de lo que diga el Presidente de la República. Si ganara el Rechazo, él debiera liderar el proceso y hacerlo de una forma que todos queden satisfechos, siendo una verdadera “casa de todos”.

¿Cómo va a hacerlo si ya se jugó por el Apruebo?

Siempre en las derrotas hay una oportunidad política y eso es lo que tiene que calibrar el
Presidente. De esa eventual derrota, Boric tiene una posibilidad de hacer nacer una nueva Constitución y eso es el paraíso para cualquier Presidente, ¿cómo lo hará? Es el gran dilema.

El propio Presidente ha dicho que pase lo que pase, el proceso debe continuar; a su juicio, ¿cómo debe seguir?

Hemos estado sometidos a una tremenda cantidad de elecciones de políticos y ahora vamos a tener otra. Hoy las preocupaciones de la ciudadanía son otras. Lo que se acuerde va a tener que ser algo consensuado, que llame a acuerdos y que ojalá sea rápido. No podemos seguir en un eterno debate constitucional porque ya se ha dicho todo, entonces tiene que existir un acuerdo político que realmente sea la “casa de todos”, esa es la oportunidad más grande para el Presidente Boric.

¿Qué elementos tiene que tener para que sea la “casa de todos”?

Un Estado social y democrático; los derechos sociales que tienen que estar y el reconocimiento de los pueblos originarios es parte de lo que tiene que suceder. Ahora, el tema es cómo suceda, pues es importante que esto no sea una cuestión eterna ni que quede en el aire.

¿Y la centroderecha qué debe hacer después del plebiscito?

La gente lleva mucho tiempo ansiosa de acuerdos. Chile sigue siendo un país más de
centro y esa embriaguez que derivó del estallido ya pasó. Y si la centroderecha ya dio un paso bajando el quorum, ahora debe abrirse, de verdad, a un Estado social de derecho.